Aún en el supuesto de que exista equidad en la distribución de los recursos y de la renta petrolera como consecuencia del acuerdo para la explotación de yacimientos transfronterizos entre México y Estados Unidos, para nuestro país no hay ninguna ventaja en vender crudo a cambio de poco más de 100 dólares por barril, y trasladar los efectos multiplicadores de los ingresos petroleros a Estados Unidos, advirtió Fabio Barbosa Cano, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

El también integrante del grupo consultivo de la Coalición Mexicana frente al G-20, aseguró que el acuerdo entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América relativo a los yacimientos transfronterizos de hidrocarburos en el golfo de México, es un paso más para acelerar, precipitar o apurar la producción petrolera de México, en un contexto en que la caída de la producción del petróleo barato en el país es irreversible.

Para el especialista existen altas probabilidades de que se descubran yacimientos transfronterizos, pero es perfectamente previsible que esa nueva producción sea conducida a las instalaciones de proceso ya construidas, en el lado de Estados Unidos, y lo mismo ocurrirá con su transporte, que será realizado por el sistema de ductos existente y conducido a las refinerías de Houston, Texas.