Economía
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No estamos al borde del precipicio ni se acerca ningún Apocalipsis, dice Mariano Rajoy

Niega España que necesite del fondo de rescate europeo; Alemania lo presiona

Gobernantes de la eurozona temen que no haya recursos para salvar a una economía tan grande

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Protesta contra las medidas económicas del gobierno español, ayer frente a una sucursal de Bankia en BarcelonaFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 3 de junio de 2012, p. 29

Berlín, 2 de junio. La canciller alemana, Ángela Merkel, cree que España es incapaz de superar la crisis por su cuenta y presiona al país para que acuda al fondo de rescate europeo. Merkel y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schauble, acordaron esa postura a principios de semana, señala el semanario Der Spiegel en su edición del domingo, sin precisar fuentes.

Al aumentar la presión sobre Madrid, el gobierno alemán pretende disminuir el peligro de que la crisis se agrave en los países del sur de Europa en caso de que Grecia abandone el euro, señala Der Spiegel.

De acuerdo con el reporte, Schauble recibió el miércoles en Berlín al ministro de Economía español, Luis de Guindos, y lo presionó para que Madrid solicite ayuda al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera para recapitalizar sus bancos. De Guindos rechazó el pedido y aseguró que España puede conseguir por su cuenta los fondos necesarios; también dijo que primero se debe conocer a cuánto se elevan los fondos necesarios. El gobierno alemán calcula que el sistema bancario español necesita una inyección de capital de entre 50 mil y 90 mil millones de euros.

Por su parte, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, pidió serenidad y aseguró que España saldrá de la tormenta con esfuerzos propios y con el apoyo de los socios europeos.

No estamos al borde del precipicio. No caminamos por un sendero de rosas, pero no se acerca ningún Apocalipsis. Ni nos hemos librado de las amenazas ni vamos a sucumbir a ellas, manifestó ante empresarios y académicos.

Recordó que Europa, y dentro de ella la economía española, pasa por una situación que no es fácil ni sencilla, sino que tiene dificultades graves, pero que España es un país sólido que ha superado otras crisis económicas. Lo que está en juego no es sólo el futuro económico de España, sino la propia continuidad de la Unión Monetaria Europea, advirtió el líder conservador. España es un factor en esta situación, pero entre otros muchos. Ni es el único, ni es el peor.

Las declaraciones de Rajoy se produjeron al final de una semana difícil para España ante la extrema tensión en los mercados por la crisis en su sector bancario, lo que llevó al hundimiento de la bolsa de valores de Madrid a su peor nivel en nueve años.

Además la prima de riesgo española (que mide la diferencia de interés entre el bono español a 10 años y su equivalente alemán) se disparó esta semana a 545 puntos básicos, por primera vez desde la creación del euro. Así la rentabilidad de la deuda a 10 años llegó a 6.7 por ciento, acercándose a los niveles que pagaban Grecia, Irlanda y Portugal cuando fueron recatados.

El mercado de deuda fue un verdadero barómetro de las tensiones que agitan a la eurozona, integrada por 17 de los 27 países de la Unión Europea.

La preocupación por los bancos españoles, –altamente expuestos a activos tóxicos, considerados impagables, concentró en la semana la mayor preocupación en la crisis de deuda de la zona euro. Al grado que el epicentro de la tensión que permanecía en Grecia, ante los riesgos de que ese país abandone la unión monetaria, se trasladó al sector financiero español.

Ello luego que el pasado 25 de mayo Bankia, el tercer banco del país en términos de activos, pidió una ayuda de 19 mil millones de euros (unos 24 mil millones de dólares) al gobierno español, que sumados a una inyección precedente llegaría a 23 mil 500 millones de euros, la mayor cifra para la historia en la banca del país.

Bankia es la institución financiera más expuesta a la crisis inmobiliaria en España. Tiene una cartera inmobiliaria de 37 mil 500 millones de euros, de los cuales 32 mil son considerados activos tóxicos, por su valor incierto, entre créditos de dudoso rembolso y terrenos y edificios confiscados en un mercado devaluado.

El Estado español se comprometió a aportar todos los fondos necesarios para Bankia, que representa el 10 por ciento del sistema financiero español, por lo que es considerado como un banco sistémico, es decir, que una eventual quiebra contaminaría a todo el sector.

El pedido de rescate de Bankia avivó el temor a que la cuarta economía europea requiera un rescate internacional. Gobernantes europeos han señalado que la economía española es demasiado grande como para ser rescatada y no existen recursos suficientes que permitan acudir en su ayuda.

El panorama en España no es fácil, su economía ha estado en recesión desde que estalló la burbuja inmobiliaria hace cuatro años; el país tiene la tasa de desempleo más alta en toda Europa –que llega a 24.3 por ciento de la población y duplica el promedio de la región. Según la oficina de estadísticas europea, Eurostat, los jóvenes españoles menores de 25 años son los más afectados, pues más de la mitad –51.5 por ciento– no tienen trabajo.

El gobierno ha aplicado profundos recortes para cumplir con los objetivos fiscales fijados por Europa.

Rajoy ha aprobado medidas de austeridad por alrededor de 45 mil millones de euros (57 mil 250 millones de dólares) para reducir el déficit a 5.3 por ciento del PIB este año, y se verá forzado a hacer más recortes el próximo año para alcanzar un objetivo de 3 por ciento del PIB, que le exige la Unión Europea.