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Es parte de mi trabajo no actuar según mis prejuicios, señaló la actriz australiana

Nicole Kidman interpretó a una vulgar ninfómana en The Paperboy, ayer en Cannes

El director Lee Daniels admitió haberse inspirado en su historia para la cinta: Soy gay; familiares míos fueron sirvientes de blancos y mi hermano estuvo en la cárcel por asesinato

Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Viernes 25 de mayo de 2012, p. 8

Cannes, 24 de mayo. Con los ojos cerrados y las piernas abiertas de par en par, de modo provocador, queriendo imitar la escena que convirtió a Sharon Stone en icono del cine. Peluca platinada, maquillaje pesado, vestidos cortísimos y llamativos. Nicole Kidman entra así, tan de lleno, en el personaje de muñeca rubia que interpreta en The Paperboy, del afroestadunidense Lee Daniels, quien está a punto de convertir este thriller sucio en una comedia negra aún más sucia todavía.

La actriz australiana, de 46 años, interpreta aquí el papel más escabroso de su carrera: Charlotte, desinhibida y algo vulgar, obsesionada por los asesinos en prisión. Es una ninfómana alocada que se sirve de dos periodistas del Miami Times para probar la inocencia de Hillary, cazador de cocodrilos encarcelado que corre el riesgo de ser ejecutado sin pruebas concluyentes y con el que mantiene una relación postal.

Me tuve que identificar mucho con mi personaje para interpretarlo de forma tan cruda. Forma parte de mi trabajo dejarme ir, no actuar según mis propios sentimientos o prejuicios. Busco los contrastes y la diversidad. Me gusta expresar mi imaginación; eso fue lo que me impulsó a ser actriz, expresó ayer Kidman, tras la presentación del filme en Cannes, a la que acudieron también Macy Gray, John Cusack, Matthew McConaughey y Zac Efron, sus compañeros de reparto.

Kidman confesó que adora este tipo de desafíos y que hace muy poco cine en Hollywood, porque “los papeles femeninos fuertes actualmente sólo se dan en el cine independiente, aunque se me hace complicado definirlo. Daniels me hizo entrar en mi personaje cuando empezamos con las pruebas. Me aclaró que no había dinero para maquillaje y peinado. Así que corrí al baño, me puse toda la parafernalia que pude –enormes pestañas postizas y peluca– y me tomé fotos provocadoras para que las viera”.

A Zac Efron le expresó su admiración por su talento para elaborar un personaje fogoso y, a la vez, inocente; algo confundido porque está descubriendo la vida. Efron le respondió emocionado: “¡Estoy enamorado de Nicole desde Moulin Rouge! Me he pellizcado todo el rodaje, porque no me parecía verdad estar a su lado”. Agregó, dando a entender a gritos su deseo de dejar atrás High School Musical: No se suponía que debía sentirme a gusto. Mi personaje es un joven honesto que aprende a conocer mejor el mundo. Hoy día quiero vivir otras cosas en el cine, traspasar fronteras. Fue un sueño y espero poder continuar actuando en películas como esta, dando vida a personajes siempre más arriesgados.

Foto
Nicole Kidman y Zac Efron en el encuentro fílmico francésFoto Reuters

Sexo, depravación, malicia, ambigüedad, homofobia y violencia son los ingredientes que nutren The Paperboy, basado en el thriller sicológico de Pete Dexter, por el que tiempo atrás estuvo interesado Pedro Almodóvar, quien quizás le hubiese sacado mayor provecho del que aquí exhibe Daniels.

El cineasta admitió sin reparos su homosexualidad frente a la prensa, y confesó haber incluido en el filme apuntes biográficos: Sí, soy gay. Y existe una parte de verdad en esta película. Me inspiré en mi historia. Integrantes de mi familia trabajaban de sirvientes para gente blanca. Mi hermano estuvo en la cárcel por asesinato. Todos estos personajes existen en mi vida y, luego de escuchar sus múltiples historias, los adapté a la trama. Todos tienen momentos de humor. Debemos encontrar el humor incluso en las historias más oscuras, como esta. Hice esta película sumergiéndome en mi pasado y en mis películas anteriores.

En efecto, tras la aclamada Precious, retrato de una adolescente analfabeta del barrio de Harlem que lucha por hacerse un espacio, Daniels se centra de nuevo en la temática del racismo y la injusticia social, más concretamente en uno de los temas más controvertidos de la sociedad estadunidense: la pena de muerte. Rodada en Nueva Orleans, la película, ambientada en el pantanoso sur de la Florida de los años 60, es una reflexión sobre el comportamiento humano frente a los prejuicios. Para respaldar sus ideas, el cineasta situó a sus personajes frente a sus obsesiones. “Me gusta hacer películas que nos obliguen a aventurarnos en terreno desconocido. The Paperboy explora un tiempo, un lugar, situaciones y seres de forma totalmente inédita en la gran pantalla”, afirmó el director.

Frente a las reflexiones sobre el racismo y la homosexualidad reprimida de la que es víctima su personaje, un periodista gay que vuelve a su pueblo natal acompañado por un colega negro, Matthew McConaughey concluyó: Todo y todos son misteriosos en la película. Existen muchas cosas que salen a la luz, cada personaje sufre con su identidad. A Lee le gusta mostrar lo que sucede entre líneas.

A esta altura del festival, y con la mala acogida que le deparó la critica a The Paperboy, surge la pregunta: ¿Por qué Lee Daniels comparte sección oficial con, por ejemplo, Michel Haneke? ¡Cannes es, sin duda, un sitio extraño en el que todo es posible!