Los bancos de origen extranjero que operan en México, cuya presencia es dominante en el sistema financiero, se mantienen aislados de la crisis que enfrentan sus matrices, asegura Jaime Ruiz Sacristán, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM). Prefiere no fijar posición sobre la controversia respecto de la transferencia que hacen de una parte de las utilidades que obtienen en el país. Represento a todos, dice.

Jaime Ruiz Sacristán, director del banco Ve por más, va a dirigir por un año más la ABM, el organismo que representa los intereses de los banqueros y que este jueves y viernes realiza en Acapulco, Guerrero, su 75 convención anual. El foro será inaugurado por el presidente Felipe Calderón y el viernes se espera la asistencia de los cuatro candidatos a la presidencia de la República.

Las condiciones económicas del país propician un crecimiento sostenido del crédito bancario a empresas y familias, considera en una entrevista con La Jornada. Sería mayor si hay más actividad económica, dice. Es la situación externa, cargada ahora por el recrudecimiento de la crisis financiera en Europa, y particularmente en España, la que representa un riesgo para el sector bancario, apunta. El primer y tercer bancos más importantes del país, Bancomer y Santander, respectivamente, tienen su sede en España.

–¿Cuál es el riesgo para el sistema bancario que opera en México por la presencia dominante de los dos grandes bancos españoles?

–Es una preocupación que existe en mucha gente. Pero diría dos cosas: primero, los bancos en México no son sucursales de bancos del exterior. Funcionan como filiales. Independientemente de su origen y capital, tienen su capital establecido en México, no dependen del capital de su holding (controladora). Segundo, hay una regulación en México estricta respecto de las operaciones que los bancos podemos hacer o no podemos hacer con nuestros dueños (las instituciones no pueden prestar a sus accionistas más de 25 por ciento de su capital).

El presidente de la Asociación de Bancos de México, Jaime Ruiz Sacristán, en las oficinas del banco Ve por más, en ReformaFoto Jesús Villaseca

A juicio del presidente de la ABM, la regulación que se aplica en México al sistema financiero vigila con cuidado el tipo de operaciones que las filiales extranjeras realizan con sus matrices. Otra cosa que destaca es el grado de capital que esos bancos tienen hoy día en México. Es muy alto, más de lo que requiere la propia autoridad mexicana. Tienen un capital sobrante, suficiente para cubrir su cartera de créditos en México, dice.

Esas tres medidas son las que veo que ayudan a aislar a estos bancos de una posible situación que pudiese tener sus matrices. Es una situación que ahí existe, no la podemos olvidar, pero confío en que no va a tener una mayor afectación, agrega.

La dinámica de crecimiento del crédito en México, con tasas anuales de 15 por ciento, es una muestra de que no ha habido restricciones de capital para las operaciones en México.

–¿Cuál es su posición respecto de la crítica que hace Guillermo Ortiz (presidente del consejo de Banorte) sobre la transferencia de utilidades que hacen los bancos extranjeros vía el pago de dividendos? ¿Es un tema de discusión en la ABM?

–En primer lugar, represento a todos los bancos, de todo tipo: grandes, pequeños, de capital mexicano, de capital extranjero. Dentro de la ABM hay muchos tipos de bancos. En este caso del doctor Ortiz, que merece todo mi respeto, tiene una opinión, es una opinión particular de él respecto a dos o tres situaciones, misma que yo no me voy a poner ni siquiera a comentar a favor o en contra, no es mi papel. Es la opinión de un asociado, muy respetable. Cada quien puede decir lo que quiera y hasta ahí. Porque si cada vez que alguien da una opinión de algo, nosotros como ABM saliéramos a decir algo a favor o en contra, nunca acabaríamos. Estos son los asociados y yo creo que respetamos su opinión. Los bancos están fuertes y muy capitalizados.