Los marchistas juveniles Alejandra Ortega y Jesús Vega regresaron con amplia sonrisa en el rostro. Y cómo no, si fueron los dos únicos nacionales que se colgaron las medallas de plata y bronce, respectivamente, en la Copa del Mundo de la especialidad disputada el fin de semana anterior en Saranks, Rusia.

Alejandra se mostró muy contenta de “que la bandera de México haya ondeado allá (en Saranks), porque aunque teníamos otros planes de obtener un mejor resultado, me había sentido muy mal (por las 26 horas de viaje), pero quien me impulsó fue el profe Raúl (González).

“Me dijo ‘ve por ellas’, y a los 600 metros ya estaba en el tercer sitio, y 100 antes de la meta me puse en el segundo puesto”. Con ello se adjudicó la plata con su mejor cronometraje, de 46:00 minutos.

La historia de Chucho no es muy diferente, ya que espera meterse en las medallas, entre los primeros lugares, pero aunque estaba bien reñida la prueba, me dijo que había trabajado bien fuerte como para regresar con las manos vacías, así que le eché mi resto y alcancé el bronce, con un registro de 41.56 minutos, apenas debajo de su mejor marca 41.09.

Pupilos de buena madera

Los entrenadores Javier Sánchez España, de Alejandra, y Pedro Aroche, del apodado Chacal, se mostraron contentos con los resultados de sus pupilos, porque demostraron buena madera y que, con el apoyo adecuado, seguramente se convertirán en cartas fuertes para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

El presidente de la Federación Mexicana de Atletismo, Antonio Lozano, dijo que la actuación de Alejandra Ortega y Jesús Vega fue excelente, aunque en el caso de los mayores sí es necesario que aprovechen las aproximadamente 13 semanas que faltan a Londres, para que afinen los detalles que notaron deben pulir para dar una buena competencia en la justa veraniega.