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El procedimiento correspondiente acumula seis meses de retraso sin motivo aparente

Obstaculizan a ONG y académicos para realizar críticas a la Ley de Migración
 
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de mayo de 2012, p. 14

La expedición del reglamento de la Ley de Migración acumula ya un atraso de medio año sin que hasta el momento se haya definido fecha para su envío al último filtro administrativo (Comisión Federal de Mejora Regulatoria), donde las organizaciones civiles, académicos, legisladores y otros interesados podrán exponer sus observaciones.

El primer documento base (anteproyecto) estuvo listo desde diciembre pasado y, aunque posteriormente se alegó que había un reclamo de diversos grupos para abrir un nuevo periodo de consulta, hasta ahora no hay información acerca de los posibles avances.

El subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Gustavo Mohar, señaló al respecto: Estamos conscientes de que ya estamos atrasados; es un tema complejo y debatible.

Aseveró que en breve enviarán el proyecto a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer), donde se abrirá un plazo de 20 días hábiles para las consultas, esto es, recoger comentarios de los interesados.

Alcances sin precedente

De lo anterior se infiere que la puesta en vigor del nuevo reglamento ocurriría, en el mejor de los escenarios, en la víspera de la jornada electoral del primero de julio.

El subsecretario dijo que el atraso de la publicación les dio tiempo para ampliar la consulta, por lo que confía en que tras la recepción de propuestas en la Cofemer se pueda pulir un texto con alcances sin precedente.

Los pormenores del reglamento causan expectación porque se definirá, por ejemplo, si los centroamericanos tendrán visa de tránsito, una de las principales demandas no sólo de los migrantes, sino de instancias como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En agosto pasado la CIDH sugirió a la administración calderonista que ante el clima de violencia e inseguridad que prevalece en México expidiera permisos temporales para que los migrantes puedan avanzar en su viaje al norte sin convertirse en blanco de criminales, policías y de funcionarios corruptos.

En una parte del documento se indica, por ejemplo, que la visa de visitante sin permiso para realizar actividades remuneradas se expedirá a los extranjeros que deseen permanecer hasta 180 días naturales en México, aunque para obtener este permiso el solicitante deberá cumplir con tres requisitos: demostrar que regresará a su país de origen, comprobar solvencia económica suficiente para cubrir gastos de alojamiento y manutención durante su estancia en territorio nacional, o poseer una carta de una organización o de una institución pública o privada que invite al extranjero.

Para el caso de la visa de visitante con permiso de realizar actividades lucrativas, el migrante debe tener una oferta de empleo o comprobar actividades personales, previa la inscripción al Registro Federal de Contribuyentes.

Entre los aspectos novedosos se incluyen beneficios como la posibilidad de que un extranjero repatriado solicite nuevamente su ingreso a México y acota, por mencionar un aspecto, la disposición de que la Policía Federal sólo actúe a solicitud expresa del INM.

Contiene también un marco de atención a menores no acompañados y otros sectores en situación vulnerable; protección para los extranjeros víctimas del delito y visas humanitarias, incluso para residir aquí de manera permanente, así como un marco de selección y profesionalización de los agentes migratorios.