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La causa, el abuso materno de esos fármacos, que implica la prescripción extendida de analgésicos

Se triplica en EU el número de bebés con abstinencia a opioides

Nacen antes que el promedio, tienen mayor riesgo de desarrollar problemas respiratorios y convulsiones, destaca estudio de la Universidad de Michigan

Tiene consecuencias económicas en el sistema de salud

 
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de mayo de 2012, p. 2

Nueva York, 1º de mayo. La tasa de bebés estadunidenses que nacen con síntomas de abstinencia a opioides, generalmente causada por el abuso materno de esos fármacos, se triplicó entre 2000 y 2009, según un estudio que destaca el creciente problema que implica la prescripción extendida de analgésicos en Estados Unidos.

La investigación, publicada en Journal, de la Asociación Médica Estadunidense, también halló que la cantidad de nuevas mamás que arrojan resultados positivos al consumo de opioides se quintuplicó en el mismo periodo.

Los opioides incluyen analgésicos (medicamentos para tratar el dolor) y drogas como la oxicodona, la codeína, la morfina, la heroína, la metadona y otras. El aumento en el número de bebés nacidos de madres que consumen esas drogas no sólo causa problemas de salud, sino una carga mayor sobre el programa federal Medicaid, de cobertura médica para los pobres, indicaron los autores.

Este estudio es parte de una advertencia mayor por el hecho de que los opioides se están volviendo un gran problema en este país, dijo el doctor Stephen Patrick, de la Universidad de Michigan, quien participó en el trabajo.

Los investigadores hallaron que cada hora nace un bebé en Estados Unidos con signos de abstinencia a los opioides. El estudio se basó en registros de más de 4 mil hospitales de todo el país, los cuales mostraron que la tasa de bebés nacidos con esos síntomas creció de uno de cada mil en 2000 a más de tres de cada mil en 2009. Eso equivale a unos 13 mil 500 recién nacidos en 2009.

Los bebés que presentan esos signos nacen antes que el promedio y tienen más riesgo de desarrollar problemas respiratorios y convulsiones, según los expertos.

Requieren vigilancia cuidadosa y tratamiento para ir quitándoles las drogas antes de que se vayan a su hogar, indicaron.

Los bebés nacidos con abstinencia opioide aumentan significativamente los costos de atención médica, especialmente en el programa Medicaid.

El estudio reveló que la estadía hospitalaria promedio para un recién nacido con el problema alcanzó 50 mil dólares en 2009, 80 por ciento pagado por Medicaid. Eso se debe en parte a que esos bebés son mantenidos en el hospital por alrededor de 16 días luego de nacer, comparados con los apenas tres días que permanecen otros recién nacidos, que cuestan un promedio de menos de 10 mil dólares por parto.

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), 14 mil 800 personas murieron por sobredosis de opioides recetados en 2008, cerca del triple de la cifra registrada 20 años antes.

Otros signos

No suele ser difícil detectar bebés con abstinencia opioide, dijo Patrick. Son mucho más inconsolables que otros. Parecen incómodos, a veces respiran un poco más rápido (...), se refriegan todo el tiempo la cara.

No está claro si hay impactos de salud a largo plazo en los hijos de mamás adictas a los opioides ni si superan saludablemente sus primeras semanas de vida.

Algunos estudios hallaron que esos niños crecen con más riesgo de tener problemas del desarrollo, indicó Patrick.

Marie Hayes, de la Universidad de Maine, quien escribió un comentario que acompaña el estudio, señala que alrededor de 85 por ciento de los bebés nacidos con abstinencia opioide que ve son hijos de mamás que abusan de medicamentos recetados.

La experta señaló que ciertos chicos tienen madres que necesitan estar medicadas con analgésicos debido a lesiones luego de un accidente de tránsito, por ejemplo, y algunos tienen madres adictas a la heroína.

La publicación de los resultados coincidió con la presentación en el Encuentro Anual de las Sociedades Académicas de Pediatría, en Boston.