Pekín, 14 de abril. El Banco Popular de China (BPC) anunció este sábado que la fluctuación del yuan frente al dólar se extenderá del actual 0.5 por ciento, por lo que a partir del lunes la moneda podrá subir o bajar hasta uno por ciento, con lo se que da un paso importante hacia la libre transacción de su divisa.

El valor del yuan ha sido un punto de conflicto entre China y sus principales socios comerciales, especialmente Estados Unidos, que señalan que Pekín mantiene una paridad artificialmente baja para favorecer sus exportaciones y con ello obtener ventajas comerciales, versiones que China rechaza.

La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, celebró la decisión de China, al considerar que ello podría ayudar a que el país, segunda economía mundial, reequilibre su economía interna. Esto remarca el compromiso de China de reequilibrar su economía a través del consumo doméstico y permitir a las fuerzas del mercado jugar un mayor rol en la determinación del nivel del tipo de cambio, señaló.

Actualmente el valor del yuan –también llamado renminbi, que significa dinero del pueblo– se determina por el BPC, que establece su tasa diaria, y no por la ley de la oferta y la demanda, como es el caso de la mayoría de las principales monedas del mundo. Con todo, en los últimos años en yuan se ha revalorizado especialmente debido a la presión internacional.

En Cartagena, Colombia, Ben Rhodes asesor de la Casa Blanca, dijo que China ha hecho progresos en la reforma de su política monetaria, pero destacó que a Estados Unidos le gustaría ver más medidas, nos gustaría ver más, dijo en un encuentro con periodistas.

Analistas señalaron que un yuan más flexible favorece a China en momentos de turbulencias financieras, dado que le da un mayor margen para deprimir la moneda y alentar sus exportaciones. China es el principal competidor de México en Estados Unidos, hacia donde va 80 por ciento de las exportaciones mexicanas. Un yuan más barato podría tener repercusiones en el comercio internacional de México, en momentos en que el país avanza en competitividad en el mercado estadunidense, debido, en parte, a que el costo de la mano de obra se ha abaratado con respecto a la china y ello reduce costos y anota beneficios en el mercado internacional.

Pekín confía en que una banda más amplia de fluctuación no necesariamente llevaría a una divisa más fuerte. La última vez que China cambió su política monetaria fue en junio de 2010, cuando flexibilizó su tipo de cambio, que permanecía fijo. El último incremento del margen de fluctuación se realizó en mayo de 2007, cuando se abrió de 0.3 a 0.5 por ciento.

El anuncio del banco central chino en su página de Internet se da a conocer un día después del reporte sobre una desaceleración de su economía, que creció 8.1 por ciento en el primer trimestre, respecto del mismo periodo del año anterior, lo que representa su menor nivel de crecimiento en tres años y con lo que sumó la quinta disminución trimestral consecutiva del ritmo de crecimiento. En el reporte dado a conocer el viernes también se registró una disminución de 0.8 por ciento de las exportaciones, afectadas por la crisis de la deuda en Europa, su principal mercado. Analistas anticipan una relajación de la política monetaria china en busca de una recuperación palpable hacia el tercer trimestre.

El anuncio de Pekín también se realizó previo al encuentro anual de primavera del FMI en Washington. Con ello China podría evitar las críticas a su política monetaria en la reunión que se realizará en la semana.

El gobierno chino desea que el yuan rivalice con el dólar como una moneda global de reserva, y para ello ha permitido gradualmente que su divisa cotice con mayor libertad; también aspira a tener una divisa con menos restricciones que impulse el estatus de Shangai como un centro financiero mundial para 2020. (Con información de Dpa, Afp y De la Redacción).