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Los padres, más propensos que las madres a transmitirlas a sus hijos, señala estudio de EU

Detectan mutaciones genéticas que elevan el riesgo de padecer autismo

Se producen en la parte que codifica las proteínas; provocan grandes problemas cuando esto ocurre en las secciones del genoma necesarias para el desarrollo del cerebro, explican expertos

 
Periódico La Jornada
Viernes 6 de abril de 2012, p. 2

Chicago, 5 de abril. Un estudio sobre cientos de familias con autismo reveló que pueden producirse mutaciones espontáneas en el semen o los óvulos de los padres que aumentan el riesgo de un niño de desarrollar el trastorno. Los padres son cuatro veces más propensos que las madres a trasladar esas mutaciones a sus hijos, indicaron científicos.

Los resultados de tres nuevos estudios, publicados en la revista Nature, sugieren que las mutaciones en la parte de los genes que codifica las proteínas –llamado el exoma– desempeñan un papel importante en el autismo. Y si bien estos errores genéticos pueden producirse en todo el código genético, y muchos serían inofensivos, pueden provocar grandes problemas cuando suceden en las partes del genoma necesarias para el desarrollo del cerebro.

Uno de los tres equipos halló que estos errores provocarían un riesgo entre cinco y 20 veces mayor de desarrollar autismo. Estos resultados confirman que no es el tamaño de la anomalía genética lo que confiere el riesgo, sino su ubicación, dijo el doctor Thomas Insel, director del Instituto Nacional de Salud Mental, parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, que financió una de las investigaciones.

Entre los otros hallazgos, los equipos –dirigidos por Mark Daly, del Instituto Tecnológico de Massachussetts; el doctor Matthew State, de la Universidad Yale, y Evan Eichler, de la Universidad de Washington en Seattle– identificaron varios cientos de nuevos genes sospechosos que podrían conducir a nuevos blancos para el tratamiento del autismo.

Muchos de los investigadores formaron parte de la llamada Colaboración para la Secuenciación del Autismo, el mayor esfuerzo en su tipo por usar la tecnología avanzada de secuenciación genética para identificar las cuestiones genéticas subyacentes en el autismo.

El autismo comprende un amplio espectro de trastornos que van desde la incapacidad grave para comunicarse y el retraso mental hasta síntomas relativamente más leves, como el síndrome de Asperger.

En Estados Unidos, alrededor de uno de cada 88 niños padecen autismo, según las estadísticas más recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Si bien, los científicos creen que la genética representa entre 80 y 90 por ciento del riesgo de desarrollarlo, la mayoría de los casos de autismo no pueden rastrearse hasta una causa hereditaria común.

Factores ambientales

Expertos hallaron antes docenas de genes que elevarían el peligro de padecer autismo. Sin embargo, las causas genéticas sólo explican alrededor de 10 por ciento de los casos, y estudios recientes detectaron factores ambientales, probablemente desde la concepción, como posibles disparadores del trastorno.

Para este estudio, los investigadores secuenciaron datos de 549 familias que incluían a ambos padres y un hijo con autismo.

Joseph Buxbaum, director del Centro de Autismo de la Escuela de Medicina de Monte Sinaí, en Nueva York, y coautor de uno de los trabajos, dijo que los resultados combinados de las tres investigaciones sugieren que unos 600 a mil 200 genes contribuirían al peligro de padecer el trastorno. Lo difícil será identificar las redes específicas del cerebro en las cuales interactúan estos genes, por lo que los investigadores puedan empezar a desarrollar nuevos tratamientos.

Ahora tenemos una idea acabada de la gran cantidad de genes involucrados en el autismo, explicó Buxbaum.

Uno de los estudios, el del doctor Evan Eichler y colegas de la Universidad de Washington en Seattle, sugirió cómo los factores ambientales influirían en la genética.

Los investigadores observaron específicamente para ver de dónde provenían estos errores genéticos que se producían espontáneamente: el espermatozoide del padre o el óvulo de la madre. El equipo halló que se generaban nuevas mutaciones con cuatro veces más frecuencia en los espermatozoides que en los óvulos, y que cuanto más grande era el padre más propenso era a tener espermatozoides con estas variaciones espontáneas.

Una posible explicación de esto, dijo Buxbaum, es que los hombres generan semen todos los días, y esta tasa de renovación elevada aumenta las posibilidades de que se produzcan errores en el código genético que podrían trasladarse a los hijos.

Esto nos dice que la producción de esperma es un proceso imperfecto, dijo Buxbaum en entrevista telefónica. Está fundamentalmente dirigida por la edad paterna. Tiene sentido: a medida que uno envejece, hay cada vez más posibilidades de problemas, agregó. Buxbaum señaló que estos resultados respaldan los de otros estudios que demuestran que los padres mayores tienen algo más de riesgo de tener un hijo con un trastorno del espectro autista.

El especialista reiteró que todos tenemos esos pequeños errores en el código genético, pero cuando ocurren en áreas claves del desarrollo cerebral pueden provocar distintos tipos de autismo.