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Escandaliza grupo punk al bailar una misa en principal catedral de Rusia
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 25 de marzo de 2012, p. 27

Moscú, 24 de marzo. El diablo se burló de todos nosotros, afirmó categórico este sábado el patriarca de Moscú y de todas las Rusias, Kiril, el máximo jerarca de la Iglesia Ortodoxa, mayoritaria en Rusia.

Se refirió así, por primera vez desde que estalló el escándalo y tras múltiples peticiones de clemencia, a la desafortunada ocurrencia de cinco muchachas –integrantes del grupo punk Pussy Riot– de bailar una misa en el altar mayor de la Catedral de Cristo Redentor, la principal de esta capital.

Hay gente que justifica este sacrilegio, que lo minimizan, que tratan de presentarlo como una graciosa broma sin importancia, y es lamentable, me destroza el corazón, que entre esas personas algunos se dicen ortodoxos, dijo.

Las jóvenes mujeres cometieron un imperdonable pecado, según el patriarca Kiril. El 21 de febrero anterior irrumpieron en el templo –el rostro cubierto con una máscara– para ocupar el altar y hacer una mezcla de concierto de rock y de imploración a la virgen para que no permitiera que Vladimir Putin regresara al Kremlin.

La virgen hizo oídos sordos y el 4 de marzo Putin obtuvo los votos necesarios para ejercer de presidente de Rusia un tercer periodo.

Apenas unos segundos, hasta que la guardia del templo sacó a empujones a las muchachas, duró la misa bailada, considerada por la mayoría de los rusos una falta de respeto a los creyentes, pero ya lleva más de un mes la polémica sobre el castigo que exigen los feligreses indignados y la misericordia que debería mostrar la jerarquía de la Iglesia Ortodoxa.

La semana pasada corrió el rumor de que en algunas iglesias comenzaron a pedir firmas para apoyar el más severo castigo a las sacrílegas y, tras guardar silencio todo este tiempo, Kiril dijo hoy que no merecen perdón y las llamó instrumento del diablo.

Desde la cárcel preventiva, tres de las supuestas participantes en la acción esperan que se celebre el juicio y podrían enfrentar penas de hasta siete años de prisión.

El patriarca Kiril, quedó claro este sábado, no está dispuesto a pedir conmiseración por ellas.