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Presentan en Monclova, Cállate niña, la primera novela de Rodolfo Naró

Las mujeres siempre son guerreras; lidian con lo peor, afirma escritor

La obra, publicada por Ediciones B, es un “thriller amoroso”, dice su autor a La Jornada

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Rodolfo Naró, con su gata Runa, durante la entrevista con La JornadaFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Jueves 15 de marzo de 2012, p. 6

El escritor Rodolfo Naró elige como espacios para su primera novela, Cállate niña (Ediciones B), las ciudades de México, La Habana, Nápoles, y la selva Lacandona durante la insurrección zapatista; volumen al que llama un “thriller amoroso”, según explica a La Jornada con motivo de la publicación de este libro.

En contraste con el título, la protagonista habla sin límites: “Siempre hemos estado callando a las mujeres de cierto modo, y el personaje no se calla y habla y cuenta su historia, a pesar de que su madre, su profesor de danza, su pareja la están callando porque dice verdades que todo mundo conoce, pero que todos callan por dolorosas.

Ella siempre está sin saber si está a punto de morir o de matar, siempre está como en el fondo del abismo. Y partir de esos encuentros consigo misma y con su pasado es que comienza a hablar y a reflexionar sobre lo que ha sido su vida.

Sin embargo, ese personaje carece de nombre “por su crisis de identidad –explica Naró–, que en el fondo es la de las mujeres, que son las esposas de... la madre de...; también lo hice pensando que las lectoras se pudieran sentir identificadas con el personaje y pudieran ponerle su nombre, además con este telón de fondo que es Carmen, el ballet y la ópera, que ella bailó a los 20 años, y se quedó instalada en ese nombre”.

La danza, oficio bello y tortuoso

“Lo que ha definido a las mujeres –continúa Rodolfo Naró– es que siempre han sido unas guerreras y les ha tocado lidiar con lo peor, esta violencia contra ellas que se explora en la novela, de negarles su voz y su sexualidad.

Por eso escogí que el personaje principal fuera una bailarina clásica, porque su oficio es expresarse con su propio cuerpo... un oficio duro y frágil. Las bailarinas están muy adoloridas, siempre les duele el cuerpo, siempre están estirándose, dando un poco más de sí; la danza es a la vez un oficio bello y tortuoso.

El autor destaca el origen de la violencia: empieza desde la familia, lo particular; desde una inconformidad con uno mismo. Y luego con una búsqueda propia que nos hace dañar a veces a las personas que tenemos cerca, en lo micro. La violencia o la mayoría de los problemas que tenemos como personas es a partir del ego, de sentirnos incomprendidos, menospreciados, pero no es otra cosa que no saber manejar nuestro propio ego.

Cállate niña fue presentada por las escritoras Gilma Luque y Anamari Gomís, y con la lectura de fragmentos de Ely Guerra, en la librería Gandhi Mauricio Achar, hace unos días.

En Monclova, Coahuila, hoy se realiza otra mesa sobre la novela de Rodolfo Naró y, el viernes 23, Antonio Ortuño la comentará en Guadalajara.

“Es un entretejido –asegura el autor– de historias de amor y de guerra, porque sostengo que ambas son más o menos lo mismo. Todos los días libramos batallas con el ser amado por conquistar un poco más de su tiempo, de su corazón, de su atención, o viceversa, y la mayoría de las veces las perdemos. Es algo de lo que explora la novela. La parte de guerra la representa él (Antonio, el personaje masculino) y la parte de amor, ella; y contradictoriamente ella es una guerrera y él un sobreviviente de sí mismo, de su familia, de su padre.”

Retroalimentación con lectoras

La génesis de su escrito, reconoce Rodolfo Naró, hace uso de elementos como la autobiografía y la docuficción, porque son personajes que sí existen, y las situaciones que presento sí sucedieron, me pasaron a mí o le ocurrieron a alguien muy cercano a mí, que me contó esa historia. Tomé un poquito de todas estas mujeres para crear a este personaje a veces contradictorio, amoroso, violento, enojado, confuso; en cierto modo, todos pasamos por esas etapas.

El autor reconoce la retroalimentación que ha tenido alrededor de su publicación La columna chueca hospedada en el sitio www.rodolfonaro.blogspot.com. Sí es un personaje más o menos real, por eso es que muchas lectoras se han sentido identificadas, porque está creado a partir de la carne y el hueso de otras mujeres.

Los escenarios ocurren en la narración de la protagonista, quien se encuentra en su habitación. También intercala momentos históricos con la relación de Antonio como hijo de un personaje que interviene en la guerra sucia de los años 70 y los zapatistas, herederos de guerrilleros de entonces.