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Presentaron libro del pensador Enrique Dussel, publicado por La Jornada Ediciones

América Latina debe avanzar en la convicción de que “otro mundo es posible’’

La filosofía política debe proveer de teoría a los que tienen la responsabilidad de ejercer el poder, dijo el autor

El volumen Carta a los indignados contribuye al debate sobre el neoliberalismo

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Enrique Dussel durante la presentación de su libro en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y LetrasFoto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Sábado 10 de marzo de 2012, p. 7

Desde una perspectiva basada en su propia realidad, América Latina debe avanzar aún más en la idea y la acción política de que otro mundo es posible, con el fin de transformar la situación de marginación, injusticia, corrupción, explotación, depredación, guerra y violencia acentuadas por el capitalismo neoliberal.

Lo anterior se infiere de diversos planteamientos hechos durante la presentación del libro Carta a los indignados (La Jornada Ediciones), de Enrique Dussel, pensador argentino radicado en México.

El autor aclaró que sus reflexiones políticas no se centraban en comentarios de textos filosóficos, aunque los ha estudiado, desde los antiguos griegos hasta el presente. Yo estoy respondiendo a lo que acontece en América Latina, aunque también en otros lugares, afirmó.

Se dice que los filósofos estamos en las nubes. Creo que yo piso la tierra, dijo, y agregó: De lo que se trata en filosofía política hoy es de pensar la política, pero no para criticarla sino para dar una teoría a los que tienen la responsabilidad de ejercer el poder.

Es una responsabilidad, explicó Dussel, que en la mayoría de los países de la región han llegado al poder diversos gobiernos de centro-izquierda, con la excepción actual de países como México, Honduras, Colombia y Chile.

En la presentación, efectuada la noche del jueves en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, participaron el autor, Alicia Hopkins, Juan José Bautista y José Gandarilla, moderados por Jorge Alberto Reyes López.

Dussel amplió, profundizó y precisó planteamientos como los siguientes: no buscar la destrucción del Estado porque se caería en el caos y la falta de realismo político, sino mejor trabajar para darle un nuevo significado, acorde con los intereses de la comunidad política, el pueblo.

Tampoco, agregó, debe desecharse la idea de la democracia representativa, aunque haya sido devaluada y corrompida, sino buscar vincularla con una democracia participativa.

Habló de la necesidad de institucionalizar la participación de las protestas sociales para que no se diluya su fuerza tras la desocupación de las plazas y calles, cuando los inconformes regresen a sus vidas cotidianas. Hay que organizar la participación, más que la representación, dijo.

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Enrique Dussel durante la presentación de su libro en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y LetrasFoto Yazmín Ortega Cortés

Se debe invertir la fórmula, abundó Dussel, de modo que los representados manden mandando a los representantes, quienes deberán mandar obedeciendo, en una interpretación creativa de planteamientos zapatistas, a decir de Gandarilla.

En esa línea, expuso que dicho modelo incluye la rendición de cuentas mediante auditorías y, de no cumplirse el mandamiento, la destitución en el cargo, e incluso el encarcelamiento en caso de robo de los bienes públicos, lo que frenaría la corrupción y la impunidad.

Los participantes coincidieron en reconocer la mayor profundidad de la idea y la práctica comunitaria de los pueblos originarios en relación con otras formas sociales –campesinas y urbanas–, pero Dussel dijo que se trataba de un proceso de construcción, en el que se debía avanzar en ese sentido.

Habló de la importancia de los liderazgos en distintos niveles, como parte del impulso de la participación de individuos y comunidades, y contó la anécdota de una conferencia que ofreció en la que estuvo presente el presidente venezolano Hugo Chávez.

Dijo que éste le expresó que le había gustado la idea de que la disolución del liderazgo es el liderazgo perfecto, lo cual sucedería, había explicado el filósofo, una vez que las comunidades y los individuos han desarrollado una mayor capacidad de organización y participación política.

En ese sentido, Dussel destacó que Chávez, Luis Inacio Lula da Silva, Evo Morales, Andrés Manuel López Obrador y otros más son líderes verdaderos.

Tienen no sólo el honor de ser líderes, sino la responsabilidad, porque son gente entregada, con obediencia al pueblo y merecen respeto. No son populistas como dice la derecha o los estadunidenses, son gente comprometida.

Con críticas, preguntas al autor y reflexiones propias a partir de diversos planteamientos de Dussel, los participantes coincidieron en que Carta a los indignados es un libro que aporta al diálogo y el debate sobre los problemas del capitalismo mundial, desde la la filosofía política.