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La compañía Seña y Verbo realiza temporada de esa obra clásica

Adaptan para teatro de sordos La vuelta al mundo en 80 días, de Julio Verne

Tiene una dosis de optimismo que contrasta con la desesperanza de los jóvenes, señala el director

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Los actores Lucila Olalde y Eduardo Domínguez, en una escena del montaje que dirige Alberto Lomnitz y se presenta en el Teatro HelénicoFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Jueves 23 de febrero de 2012, p. 4

La compañía Seña y Verbo: teatro de sordos, que desde hace 19 años promueve la lengua y la cultura de ese sector, estrenó la obra clásica de Julio Verne La vuelta al mundo en 80 días, el domingo pasado en el Teatro Helénico.

Cuatro actores sordos (Lucila Olalde, Eduardo Domínguez, Roberto de Loera y Jofrán Méndez) cuentan la gran aventura del flemático caballero inglés Phileas Fogg, en la que representan a decenas de personajes, paisajes y medios de transporte, en un estilo dinámico, propio de la agrupación, única en el mundo de habla hispana que combina la lengua de señas con la mímica narrativa.

En escena se escuchan diálogos que son interpretados de manera oral por la actriz Monserrat Marañón (oyente), quien representa el papel de Julio Verne.

El director escénico Alberto Lomnitz, fundador de la agrupación, explicó que la obra del escritor francés tiene una dosis de optimismo, pues plantea la idea de que la situación mejorará. Sin embargo, consideró que actualmente en el país prevalece la desesperanza y la mayoría de los jóvenes no tienen ilusión por el futuro.

La historia de Julio Verne es una reflexión también sobre la situación en el mundo, porque el ser humano es dueño de su destino y cuenta con la creatividad y la inteligencia para lograr cambios profundos en la humanidad, señaló el director.

Lomnitz se refirió al prólogo de La vuelta al mundo..., donde el escritor francés inicia la historia de manera irónica, al mencionar que las cosas increíbles que ha inventado, como los aparatos que se desplazan por aire y los edificios de 10 pisos que parecen algo fantástico, ya existen.

Para Verne, prosiguió Lomnitz, el mundo en el futuro será un lugar ideal porque no ocurrirán guerras ni existirá el hambre. Es una nota, un tanto irónica, sobre el futuro y el progreso científico y tecnológico, pero al final de la historia regresamos a una búsqueda de nuevas necesidades, de avances de otro tipo, no de cosas materiales, sino de respeto y de convivencia.

La riqueza de los personajes, los paisajes sorprendentes de la trama y la historia de amor de los protagonistas motivaron a la compañía Seña y Verbo para realizar el montaje de La vuelta al mundo en 80 días.

Humor, heroísmo y abnegación

Hacer la vuelta al mundo en señas, con cuatro actores y pocos elementos escenográficos, fue un reto. Permitió explorar el teatro de sordos que realizamos desde hace casi 20 años, agregó Lomnitz.

Con esta adaptación de Haydeé Boetto, acompañada por la música original de Leonardo Soqui, Seña y Verbo: teatro de sordos retoma el reto de interpretar con su singular estilo un texto clásico literario en el que los actores interpretan a cinco y seis personajes.

El espectador no resistirá la tentación de ver en acción al policía Fix, a Phileas Fogg, asistido por su simpático sirviente Passepartout, quienes deben viajar contra el tiempo para ganar una apuesta. Se trata de una magnífica aventura que combina el humor, el heroísmo y la abnegación de los personajes vernianos.

“Escogimos esta obra –explicó Lomnitz–, porque nos pareció un reto interesante crear con pocos elementos, que son básicamente los actores con sus cuerpos, todas las imágenes de la historia para dar la vuelta al mundo.”

La adaptación de Boetto mantiene la trama original, la amistad que se forja entre el amo y el sirviente, la historia de amor y el rescate de la muchacha de India.

La historia está contada de manera ingeniosa y participan al mismo tiempo varios personajes. Aquí la voz de la narradora es fundamental. En Seña y Verbo podemos narrar cualquier cosa y eso demostramos en esta obra, manifestó el director escénico.

La compañía que desde hace cinco años empezó con el proyecto Manos a los estados, que impulsa el trabajo escénico de personas con problemas de lenguaje, realizará en septiembre próximo el primer Festival Internacional de Teatro de Sordos, con la participación de grupos de otros países.

La vuelta al mundo en 80 días, con la compañía Seña y Verbo, se escenifica los domingos a las 13 horas en el Teatro Helénico del Centro Cultural Helénico (avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn). La temporada concluirá el 6 de mayo.