Sociedad y Justicia
Ver día anteriorLunes 20 de febrero de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Foro de alto nivel sobre estrategias de prevención y tratamiento de diabetes en México

Los centros de salud no compran votos; por eso están abandonados: Tapia Conyer

Necesario, modificar la estructura del Seguro Popular con base en resultados no en afiliados

Enviada
Periódico La Jornada
Lunes 20 de febrero de 2012, p. 39

Los Cabos BCS, 19 de febrero. Los centros de salud no compran votos; por eso están abandonados. Lo mejor en estos años ha sido construir hospitales e inaugurarlos aunque carezcan de equipamiento y su ocupación sea de 18 a 22 por ciento, afirmó Roberto Tapia Conyer, director del Instituto Carlos Slim de la Salud.

Así trabajan los hospitales de alta especialidad construidos con inversiones millonarias del Seguro Popular. También hay nuevas unidades clínicas del primer nivel, pero sin el equipamiento mínimo, apuntó.

Advirtió sobre la necesidad de modificar la estructura del Seguro Popular, a fin de que los recursos se distribuyan con base en resultados y no sólo por el número de afiliados.

Hoy, dijo, este esquema de aseguramiento, que entró en vigor en enero de 2004, paga sin ver en un esquema perverso que no mide resultados.

Al participar en el Foro de Alto Nivel sobre estrategias de prevención y tratamiento de la diabetes en México, el especialista y ex subsecretario de Salud, planteó la necesidad de que el Seguro Popular cuente con mecanismos de incentivos, por ejemplo, para mejorar el control de los niveles de glucosa entre los afiliados.

Por su parte, Miguel Escalante Pulido, jefe de Endocrinología del Centro Médico Nacional de Occidente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), comentó que el país cuenta prácticamente con todos los medicamentos necesarios para lograr el control de la diabetes, lo cual no ha sido suficiente para que los pacientes mantengan niveles normales de azúcar.

La mayoría de los enfermos están descontrolados, entre otras razones por falta de apego a los tratamientos y bajo índice de automonitoreo de glucosa (sólo 15 por ciento de los afectados lo hace).

En la parte clínica, prevalece una inercia, por la cual transcurren hasta tres años antes de que los médicos se decidan a cambiar la terapia a las personas que no logran reducir su glucosa. En este problema también influye la ausencia de un trabajo interdisciplinario en la atención de los afectados, indicó.

Respecto del Seguro Popular, Tapia comentó que debería existir un método para asignar el financiamiento con base en la cantidad de pacientes que mantienen controlada su diabetes, y que ello sea resultado del trabajo en las clínicas y hospitales administrados por los gobiernos estatales.

Y es que, afirmó, las deficiencias están en varios ámbitos, como el del abasto de medicinas. A pesar de los millones y millones de pesos que se destinan al Seguro Popular, es impresionante la falta de transparencia en la compra de medicamentos.

Enseguida refirió los resultados de un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México, según el cual entre 2004 y 2010 se crearon alrededor de 300 empresas de distribución de fármacos, a las cuales se les asignan los contratos del Seguro Popular. El problema es que en muchos casos, afirmó, son compañías que carecen de la infraestructura para garantizar el cumplimiento de los contratos.

Al comentar la experiencia del Instituto Carlos Slim de la Salud, Tapia Conyer dio cuenta del programa que este organismo realiza en siete estados de la República en los temas de salud materno-infantil, prevención de enfermedades por grupos de edad, y enfermedades crónicas, como la diabetes y las afecciones cardiovasculares.

Desde su creación hace cinco años, el instituto ha buscado impulsar soluciones innovadoras, integradas y replicables. Para ello se enfoca en la atención primaria con el esquema de Casalud, con acciones para fortalecer el capital humano en 33 unidades médicas y con mil profesionales de la salud.

En el caso de diabetes, entre otras acciones, los doctores reciben cursos a través de Internet, talleres y manuales sobre el manejo de la enfermedad. Esto es necesario porque los médicos generales no saben utilizar los medicamentos ni la insulina, esenciales para el control de los niveles de glucosa, indicó.