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Los bomberos continuarán su movimiento por mejora salarial

Finalizan huelgas de la policía civil de Río y la militarizada de Bahía
 
Periódico La Jornada
Domingo 12 de febrero de 2012, p. 21

Río de Janeiro, 11 de febrero. La policía civil de Río de Janeiro y la militarizada de Bahía pusieron hoy fin a las huelgas que efectuaban en reclamo de mejoras salariales, a una semana del inicio del carnaval y luego de que grupos de paramilitares aprovecharon para cometer una serie de asesinatos de mendigos, drogadictos y cabecillas de bandas delictivas en barrios periféricos.

Uno de los líderes del sindicato policial de Río de Janeiro, Francisco Chao, reconoció que el movimiento es crítico, no estamos delante de una huelga sino de una crisis, por lo que se veían obligados a suspender la huelga que llevaban a cabo desde el jueves pasado. Agregó que evaluarán los hechos el miércoles y deliberarán sobre las acciones a tomar.

Sin embargo, dijo que sólo hablaba por la policía civil de Río, y no por los bomberos o la policía militar local, lo que significaría que esas dos últimas corporaciones seguirían en huelga.

Los policías volverán de inmediato a sus puestos de trabajo y garantizaron su participación en el operativo de seguridad para el carnaval, uno de los más vistosos del mundo y que requiere de unos 20 mil efectivos. El tradicional carnaval, que inicia el próximo domingo, se celebra tanto en Río como en Salvador y se temía que se viera empañado por la paralización.

En tanto, la policía militarizada de Bahía, en el noreste de Brasil, resolvió en asamblea este sábado dar por finalizada la huelga que llevaba adelante desde hace 12 días, y que desató una ola de criminalidad con saldo de 157 muertos, más del doble del promedio habitual.

Los huelguistas dijeron que abandonaban la paralización en demanda de mejoras salariales, por el bien de la sociedad.

En la asamblea en Salvador, capital de Bahía, los policías resolvieron acabar con la medida de fuerza tras acordar con el gobierno del estado un ajuste salarial y la revocación de los procesos administrativos y órdenes de prisión contra los participantes del movimiento.

Sin embargo, el gobierno informó que no revocará las detenciones de los policías acusados de promover actos de vandalismo, entre los que figura Marco Prisco, el principal dirigente del movimiento, arrestado el pasado jueves.

Para contener la oleada de violencia, el gobierno federal envió en su momento tropas del ejército que pasaron a patrullar las calles ante la ola de criminalidad.