Estados
Ver día anteriorSábado 4 de febrero de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Anuncia inversión de $540 millones para atender esa problemática

Dos mil 500 comunidades del país, sin agua ni alimentos por la sequía: Conagua
Corresponsales
Periódico La Jornada
Sábado 4 de febrero de 2012, p. 29

José Luis Luege Tamargo, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informó que ya suman 2 mil 500 comunidades que padecen escasez de agua y alimentos en los 19 estados afectados por la sequía, principalmente Durango, Chihuahua, Coahuila y Zacatecas. Este número puede crecer pues febrero, marzo y abril serán completamente secos, advirtió.

De gira por Durango, donde anunció una inversión inicial de 540 millones de pesos para atender el problema, el funcionario explicó que varias de las 2 mil 500 localidades están catalogadas como muy pobres y apartadas de la zona urbana.

Tanto la Conagua como la Secretaría de Desarrollo Social, atienden este problema; a los pobladores se les hacer llegar apoyo alimentario y pipas de agua mientras se busca que puedan contar con el líquido de manera permanente, con líneas de conducción, dijo.

José Guadalupe Barrios Téllez, alcalde de Pueblo Nuevo, donde estuvo Luegue Tamargo, dijo que han sido siempre un municipio forestal y ganadero, pero ahora la muerte de ganado y los problemas forestales han pasado a segundo término porque ya no hay agua para consumo humano.

Explicó que en ese municipio habitan más de 50 mil personas, sólo 40 mil en la cabecera, y desde el pasado miércoles no hay agua porque se secó la presa.

Invernadero y fábrica de pinole, alternativas en Nayarit

Un invernadero y una fábrica de pinole son los negocios que indígenas de la comunidad de El Roble, en el municipio serrano de El Nayar, Nayarit, emprendió para subsistir ante la falta de lluvias que les impidió cosechar maíz y frijol.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales otorgó 210 mil pesos a 29 indígenas 15 de ellos mujeres, para activar ambas empresas.

En una planta procesadora las indígenas muelen a mano el poco maíz que tienen y lo transforman en pinole, el cual pretenden vender a los albergues que opera en la región la Comisión de Desarrollo de Pueblos Indígenas.