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Tengo invitaciones de orquestas de Chicago, Berlín, París y Madrid, dice en entrevista

Carlos Miguel Prieto descarta seguir en 2013 al frente de la Sinfónica Nacional

Aunque el nuevo gobierno me ratificara, veo muy difícil continuar, manifiesta a La Jornada el director artístico

La agrupación comenzó la Temporada 2012 en el Palacio de Bellas Artes

 
Periódico La Jornada
Sábado 4 de febrero de 2012, p. 4

El director Carlos Miguel Prieto descartó ayer su eventual continuidad al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) –de la cual es titular desde julio de 2007– una vez que concluya la actual administración sexenal.

“No es que no quiera –explicó–, pero ya lo veo muy difícil, en caso de que me ratificaran. Tengo invitaciones con orquestas de Chicago, Berlín, París, Madrid; no es que menosprecie, sino que es muy complicado, para un director con mi actividad, la parte política, jugar ese juego. Para mí, es pura música”.

Con lo anterior, el músico se refirió a la incertidumbre que se suscita en el país ante el cambio de presidente de la República y, con éste, del organigrama federal.

En entrevista, con motivo de que la OSN comenzó anoche su temporada 2012 –concierto que repetirá este domingo, a las 12 horas, en el Palacio de Bellas Artes– rechazó que exista alguna repercusión negativa en los destinos de la orquesta por ser éste el último año del actual gobierno.

“En lo que sí afecta –subrayó–, es no saber qué va a hacer la orquesta el año próximo. Para este 2012, todo está programado; considero que será una propuesta interesante y seguimos trabajando. Ojalá las vicisitudes musicales de las orquestas no tuvieran que ver con los tiempos sexenales.”

El director trabaja también en un esquema de programación para 2013, con el ánimo de ayudar a que la OSN no se quede en un vacío. A su parecer, lo recomendable sería hacer una transición entre él y su sucesor, para evitar problemas.

Hay que ver por el interés de la orquesta, no del de directores ni de políticos; el interés artístico debe ser siempre lo más importante, sostuvo.

El eje de la programación de la Sinfónica Nacional para este año será la música para orquesta reducida, luego de que en el transcurso de 2011 la agrupación dio cuenta de un proyecto heroico, la interpretación de las 15 sinfonías y los seis conciertos de Dimitri Shostakovich, explicó Carlos Miguel Prieto.

Fue así que para este 2012 se antojaba hacer obras que requieran de una orquesta más pequeña o de un puñado de instrumentos. Vienen a la mente Bach, Mozart, Stravinsky y todos sus seguidores, entre ellos Manuel de Falla y Silvestre Revueltas, señaló.

De igual manera, podrá escucharse la obra íntegra de José Pablo Moncayo para orquesta, como parte de la celebración del centenario de su natalicio; además de homenajes luctuosos al compositor mexicano Eugenio Toussaint y al fotógrafo estadunidense Paul Strand.

La charla con el director tuvo lugar durante el receso del ensayo que la OSN efectuó el jueves en el Palacio de Bellas Artes, la víspera del primer concierto del año, cuyo programa está integrado por Homenaje a García, de Silvestre Revueltas; El amor brujo, de Manuel de Falla, y el Concierto para marimba número 1 de Ney Rosauro.

–¿Qué responde a las críticas acerca de que su gestión en la OSN ha sido un tanto gris, incluso se habla de sopor o marasmo en la orquesta?

–¿Sopor? No puedo imaginarme cómo pueden tocarse 15 sinfonías de Shostakovich con las ganas que lo hicieron los músicos y hablar de sopor. Mi gestión terminará pronto, así que esas críticas también. Pero no es lo que percibo. Hago 130 o 140 conciertos al año y lo último que he visto es que mi nombre se asocie con sopor o marasmo. Hay que analizar los programas.

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Carlos Miguel Prieto, director de la Sinfónica Nacional, durante la entrevista de La JornadaFoto Carlos Cisneros

“No hace sentido que tanto autoridades como la orquesta me piden que me quede cuando hay ese tipo de cosas, que nunca he oído de manera directa, de que no se trabaja bien. Los músicos están cómodos y trabajando bien, y muchas de las iniciativas que proponen se hacen.

Sé que estoy en una posición muy visible y criticable, pero se han hecho conciertos muy buenos, han venido solistas y directores huéspedes increíbles. Nunca he invitado a un director para que éste haga a su vez lo mismo conmigo; no es algo que necesite ni haga. Nunca he hecho algo no ético en mi vida.

–¿Cómo siente hoy a la orquesta, en lo artístico?

–Siempre se puede mejorar y por eso pido más. También en esa crítica (a mi trabajo) hay agendas ocultas, ¿me explico? He oído todo tipo de voces y no escucho eso. Simplemente me refiero a cómo toca la orquesta, y quienes han venido a los conciertos han visto que ésta toca con muchas ganas.

“Uno no puede cambiar radicalmente una orquesta, y yo estoy haciendo, dentro de mis posibilidades, lo máximo que puedo dentro del tiempo que tengo de contrato, el cual está terminando.

La OSN está tocando una cantidad de conciertos como ninguna otra orquesta, ensaya cinco días por semana. De que hay cosas que se pueden hacer mejor, soy el primero en admitirlo y la orquesta también. Pero si algo no ha faltado, son ganas, energía e inventiva.

Nadie pide que me vaya

–¿Se siente satisfecho?

–Sí, siempre realista, pero satisfecho; he hecho muy buenas migas con la orquesta, nadie me está pidiendo que me vaya.

–Mencionó que detrás de las críticas a su persona hay una agenda oculta.

–Prefiero no hablar de ello. Tengo tantísimo trabajo que no me meto en política; no le meto ruido ni política a mi estudio de la música. Mi relación es con la música, la orquesta y el público, no con cosas que nada tienen que ver conmigo.

–Sin embargo, es muy probable que en su ánimo y en el de la orquesta haya pesado el acoso de la insistente versión de su destitución y el nombramiento en su lugar de Alondra de la Parra.

–Eso es una telenovela y no hay bases. Quizás habría que preguntarle a las autoridades o a Alondra, pero tampoco. Me llevo bien con ella, tenemos vidas, repertorios y agendas completamente diferentes.

“La orquesta escuchó ese rumor, pero en este país pulula gran cantidad de rumores falsos que nos quitan mucho tiempo, y yo tengo tantísimo trabajo que no puedo enfrentar a ese tipo cosas, porque no son verdaderas. Aquí estoy, pregunté a las autoridades si había algo de verdad y me respondieron que era falso.

Traté de forma directa esta situación con los músicos para que no se convirtiera en una bomba. Es la orquesta la que debe decidir su futuro, no los rumores. Fue un tema que dejó de inquietar en cuanto lo enfrentamos. La realidad es que permanezco aquí, pero tampoco estoy aferrado, sólo cumplo el cometido que me encargaron.