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Comercio internacional

Invade China el Mercosur
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Trabajos en una planta de ensamblado en Wuhan, capital de Hubei, provincia en el centro de China, el 11 de enero pasado. El sector automotor en el Mercosur es uno de los más afectados por el empuje de la industria chinaFoto Xinhua
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Periódico La Jornada
Martes 24 de enero de 2012, p. 32

Compañías de Brasil y Argentina se quejan de prácticas desleales mientras competidores chinos ven en la región mercados prometedores para sus productos.

Un ascenso dramático en las exportaciones chinas a América Latina ha conducido a protestas en la región. Los productores locales se quejan de que un tipo de cambio favorable y el benigno régimen de aranceles hacen la vida demasiado fácil a sus rivales asiáticos. Los esfuerzos de cabildeo parecen dar resultado, pues los gobiernos de centroizquierda de Dilma Rousseff en Brasil y de Cristina Fernández en Argentina evalúan medidas proteccionistas para ayudar a las economías locales a enfrentar la amenaza.

En enero, la asociación industrial brasileña CNI anunció la creación de un nuevo organismo bilateral con sus pares de Argentina para buscar formas de hacer frente a la competencia de productos importados. El nuevo grupo incluirá a los presidentes de 20 grandes empresas, entre ellas productoras de bienes de consumo como la gigante brasileña Mafrig. Los participantes subrayaron que su prioridad es combatir la creciente competencia china.

Los vínculos comerciales entre China y el Mercosur florecieron en la década pasada, cuando el país asiático absorbió grandes cantidades de productos primarios originados en el bloque. Pero el flujo de productos en dirección opuesta ha crecido aún más aprisa en años recientes, lo cual ha hecho sonar las alarmas entre los productores locales. CNI calcula que una de cada cinco compañías brasileñas enfrenta competencia de importaciones chinas, y casi la mitad han perdido participación de mercado frente a ellas.

El problema es particularmente agudo para fábricas de textiles, ropa, calzado y medicamentos. En Brasil, más de 60% de las prendas de vestir importadas proceden hoy día de China, y la proporción en textiles, juguetes y muebles oscila entre 40 y 50%, según el banco de desarrollo BNDES. En lo referente a artículos eléctricos y electrónicos, las importaciones chinas representan ya la quinta parte del consumo brasileño.

Los productores de todo género de artículos, desde partes de automóvil y motocicleta hasta calzado, textiles, escobas y brochas, se quejan de que las importaciones baratas dañan sus posibilidades de mantenerse en operación y crear empleos. Por ejemplo, la asociación brasileña de fabricantes de artículos de plástico ha dicho que muchas de las 12 mil compañías de esa industria, la mayoría pequeñas y medianas, enfrentan la aniquilación si las importaciones continúan creciendo al ritmo actual de 20% al año. Su equivalente en el sector de electrónica advirtió contra la destrucción de la industria. La producción de bienes electrónicos ha caído 7.4% de 2008 a la fecha, en tanto las importaciones se han elevado 27% en el mismo periodo.

Medidas en Argentina

Los fabricantes brasileños no están solos. En Argentina, China es blanco favorito de las quejas de productores locales. La Fundación Pro Tejer, de la industria textil, ha apremiado a adoptar más normas proteccionistas contra las importaciones chinas, las cuales representan la tercera parte de los productos textiles extranjeros en el país, participación que se ha duplicado de 2007 a la fecha. También la industria del calzado demanda protección, apenas un mes después de que expiró un gravamen temporal a las importaciones del país asiático.

Ambos gobiernos han cedido un tanto a las quejas. En diciembre, Fernández de Kirchner logró convencer a sus colegas de Brasil, Paraguay y Uruguay de expandir a 200 el número de productos sujetos a la cuota máxima que se aplica a las importaciones comunes hacia el Mercosur, que es de 35%. Brasil ha desplegado sus propias armas para proteger sectores como juguetes, cepillos para el pelo y automóviles, en tanto Argentina ya es vista como una de las naciones más proteccionistas del mundo. Si bien las restricciones se aplican a la mayoría de las importaciones procedentes de fuera del bloque, China es el blanco principal.

Tales medidas protegerán sin duda a los productores locales a corto plazo. Sin embargo, los líderes del Mercosur harían mejor en aplicar medidas que fomenten la competitividad de las empresas locales frente a las importaciones chinas. También las empresas pueden hacer su parte para mejorar sus capacidades. De hecho, esta tendencia ya origina cambios en la estructura de algunos sectores. Portobello y Eliane, dos de las mayores productoras de coberturas de cerámica en el país, acaban de anunciar que unirán fuerzas para contrarrestar el arribo de importaciones chinas, que se expandió 76% en 2011.

Fuente: EIU

Traducción de textos: Jorge Anaya