Nuevas lecturas, anécdotas y tendencias estéticas del quehacer artístico de Lola Álvarez Bravo (1903-1993) se develan en la exposición montada en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, en San Ángel Inn.

La muestra Lola Álvarez Bravo y la fotografía de una época reúne 72 imágenes con los rostros de personajes como el Dr. Atl, Mariana Yampolsky, Diego Rivera, Juan Soriano y Rufino Tamayo, entre otras, algunas captadas por Manuel Álvarez Bravo y alumnos de la artista.

Una de las joyas fotográficas que abre la exposición es la imagen que captó Lola de Diego Rivera, cuando plasmaba uno de los murales en el Palacio Nacional. Entre las características de esta fotografía, dijo Javier Roque Vázquez Juárez, destaca una cuadrícula al frente hecha por el pintor, quien también en la parte de atrás le indica a la jalisciense los detalles que quiere que capte de su trabajo.

En este sentido, añadió el investigador del Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, cabe recordar que Lola y Manuel Álvarez Bravo trabajaron durante mucho tiempo como fotógrafos de los muralistas.

Del trabajo de Lola Álvarez Bravo también fueron seleccionados varios fotomontajes –los cuales revelan otra faceta no tan difundida de la fotógrafa–, además de diversas obras donde captó el acontecer cotidiano del país y publicaciones en las que aparecen sus obras, explicó Vázquez Juárez.

En la exposición, se documenta la amistad de Lola Álvarez Bravo con Diego Rivera, Frida Kahlo y con los más destacados intelectuales de esa época. Y se recuerda que por más de 50 años se dedicó a captar diferentes aspectos de la vida social y cultural de México, de tal suerte que desarrolló una crónica del país y del tiempo en que le tocó vivir.

El guión curatorial de la muestra se divide en seis núcleos temáticos: Lola en el mundo del arte; Obras clásicas, Lola y Manuel Álvarez Bravo; Fotomontajes; Lola Álvarez Bravo y sus alumnos; Escuela de ciegos, y Surrealismo.

Influencia de don Manuel

En la muestra, también se observan referencias a la influencia de Manuel Álvarez Bravo en el trabajo de la fotógrafa, las cuales se manifiestan en las imágenes de estilo surrealista que se encuentran montadas en la última sala que forma parte del recorrido.

Luego de revisar el archivo, hemos hallado de manera indudable la influencia que tuvo Manuel Álvarez Bravo sobre Lola y la similitud que guardan sus respectivas fotografías, porque aunque no se repiten, sí tienen cierto eco en lo referente a los temas, los personajes, el estilo y el tamaño.

Entre la obra, explicó, se observa una fotografía de Salvador Toscano, amigo entrañable de Lola. Esta anécdota, añadió el investigador, se trata del homenaje que realizó la fotógrafa a Toscano en el día en que éste murió en un accidente aéreo.

En ese momento Lola se encontraba en Acapulco y tras enterarse de la muerte de su amigo, le rindió tributo al captar una serie de imágenes de una garza muerta sobre la arena y el movimiento que tenía a causa de las olas del mar.

La foto de la garza muerta y el retrato de Toscano están montados en la exposición que fue inaugurada el pasado octubre y donde puede observarse el desarrollo de Lola Álvarez Bravo como profesora de fotografía, así como la influencia que ejerció en sus alumnos, entre los cuales sobresalieron Raúl Abarca y Mariana Yampolsky.

La casa-estudio de Diego Rivera y Frida Kahlo, diseñada por el arquitecto Juan O’Gorman, se ubica en la calle Diego Rivera s/n, esquina con Altavista, San Ángel Inn, con horarios de martes a domingo de 10 a 18 horas y el costo de la entrada es de 10 pesos. La muestra concluirá el 19 de febrero.