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El antropólogo físico toma posesión como nuevo director de esa institución

José Luis Vera Cortés ofrece abrir la ENAH a la sociedad

A veces nos hemos mirado el ombligo y descuidamos la divulgación del conocimiento, manifiesta

Frente al racismo y la violencia, se necesita la cultura de la denuncia, dice a La Jornada

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José Luis Vera Cortés durante la entrevista con La JornadaFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Viernes 13 de enero de 2012, p. 4

Impulsar el estudio e investigación de problemas como la violencia y el racismo, poner al día al plantel ante la cambiante realidad nacional y académica, buscar más recursos para la investigación y la docencia, y lograr una mayor vinculación con la sociedad, son algunos de los puntos del programa de trabajo de José Luis Vera Cortés, nuevo director de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).

Antropólogo físico, Vera Cortés tomará posesión hoy de manera formal para el periodo 2012-2015, en un acto de comunidad y de gremio, institucional, que se realizará en el auditorio Román Piña Chan de la ENAH, a las 11 horas.

Intentará, dice en entrevista, una gestión realista, de buen trato con estudiantes, profesores, investigadores y trabajadores, así como con las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), del que depende la escuela junto con otras dos escuelas.

“Quiero reorientar a la ENAH hacia ciertas cosas fundamentales, algunas vinculadas con posicionarla socialmente, tal vez fortaleciendo actividades de divulgación del conocimiento, establecer vínculos con otras instituciones nacionales y extranjeras, abrirla a la sociedad.

“La ENAH tiene una inercia, está viva, en 70 años ha pasado por muchas etapas de crisis y esplendor. Estamos en un momento en el que la escuela y la antropología en general se diversificaron y hay que reorientar ciertas cosas en función de lo que vivimos.

Por ejemplo, en el caso del racismo o de la violencia hay que fomentar la cultura de la denuncia. El conocimiento nunca es ingenuo, y en particular el que tiene que ver con la antropología. Bien investigado, divulgado y difundido, genera mejores ciudadanos.

Auge de la antropología forense

En México, comenta Vera Cortés, la ENAH sigue siendo la institución que se ocupa del más amplio abanico de áreas de la antropología (social o física, etnología, lingüística, arqueología, historia), y menciona temas de estudio e investigación no sólo como las zonas arqueológicas y las poblaciones indígenas, sino también asuntos de antropología urbana, molecular y forense. Esta última, destaca, ha tomado mucha fuerza y varios colegas trabajan en ella porque, lastimosamente, hay mucho trabajo.

Vera Cortés, quien releva a Alejandro Villalobos, fue electo en cumplimiento de una convocatoria en la que la comunidad de la ENAH postuló una terna, y al conseguir la mayoría de votos fue designado por Alfonso de Maria y Campos, titular del INAH. Los otros dos aspirantes fueron los antropólogos sociales Miguel Adame Cerón e Hilario Topete Lara. Ha sido la votación más concurrida en la historia de la ENAH, con más de 50 por ciento de participación.

José Luis Vera es licenciado en antropología física por la ENAH, maestro en historia y enseñanza de la biología por la Universidad Nacional Autónoma de México y doctor en filosofía de la ciencia por la Universidad de Valencia, España. Fue director de análisis y seguimiento de proyectos de la Secretaría Técnica del INAH y es investigador titular, integrante del Sistema Nacional de Investigadores y vicepresidente de la Academia Mexicana de Ciencias Antropológicas.

Ha desarrollado dos áreas de estudio: la evolución humana y la teoría del cuerpo, abordadas desde sus fundamentos filosóficos e históricos. También ha publicado varios libros.

La ENAH, formadora de antropólogos para México e Hispanoamérica, cuenta con siete disciplinas antropológicas e históricas a nivel licenciatura y cuatro posgrados.

La mayoría de sus programas de posgrado tienen reconocimiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Buena parte de su planta docente (más de 100 profesores-investigadores) posee doctorado y pertenece al SIN.

Recuerda que la ENAH tuvo en sus orígenes una época de esplendor. Los antropólogos más importantes del mundo pasaron por la escuela. Fue una etapa que la marcó y dio lustre, con nombres como Franz Boas, Manuel Gamio, Paul Kirchhoff, Juan Comas, Santiago Genovés, Pedro Bosch Gimpera o Alex Hrdlicka.

Kirchhoff es el padre del concepto central de Mesoamérica. Son los padres fundadores, los cimientos de la antropología en México. Como heredera de esta tradición, uno dice: ¿hacia dónde se puede dirigir a la escuela?

Y responde: En principio es recobrar ese orgullo, que está presente en la institución, pero hay que recobrarlo hacia afuera, con presencia social. A veces nos hemos mirado mucho el ombligo. Los investigadores hacen su trabajo, pero la difusión y la divulgación han pasado a segundo plano. Es su responsabilidad difundir el conocimiento, una responsabilidad social respecto de la sociedad para la que trabajan.

Menciona proyectos como un sistema de educación en línea. No lo tengo muy claro, pero sé que la plataforma tecnológica para echarlo a andar no es tan sofisticada ni cara.

También las políticas de investigación. Hay temas y ciertos compromisos que son muy importantes, no sólo para la escuela, sino para la antropología. Esto no quiere decir meternos con la libertad de investigación, pero sí fomentarla e impulsarla en ciertas áreas.

O el tema del racismo. Somos una sociedad que no es muy consciente del racismo que se vive en México. No somos muy dados a aceptarlo, de hecho decimos que hay clasismo, pero no racismo. Se ha trabajado algo respecto del racismo hacia los indígenas, la Encuesta Nacional de Discriminación muestra datos fuertes, como que siete de cada 10 mexicanos se han sentido discriminados por diversos motivos. Pero el racismo hacia los afrodescendientes es casi invisible.

Uno más es el deterioro y cuidado del patrimonio cultural de México: prehispánico, colonial y moderno, además del intangible, y las lenguas indígenas.