En un mes, al menos 9 mil toneladas de basura provenientes del Distrito Federal han sido llevadas al relleno sanitario que opera la empresa Tersa del Golfo en el municipio de Cuautitlán Izcalli, estado de México, y sobre ellas, decenas de aves silvestres sobrevuelan y se alimentan de los desechos.

Arturo Pineda, dirigente de Boteros Voluntarios –organización que recolecta basura en ese municipio– dijo que una de las celdas del vertedero, con capacidad de 9 mil toneladas, ya quedó saturada.

Aquí desde diciembre huele a excremento, dijo Efraín Gómez Pedraza, quien reside a 60 metros del tiradero. Antes los desechos eran cubiertos con tepetate, ahora eso no se cumple, agregó.

Debido a que los habitantes se han opuesto al ingreso de los camiones, decenas de tráileres son desviados por la avenida Chalma. Desde el martes, patrullas de la alcaldía escoltan los camiones.

En Tecámac, en el oriente del estado, el ayuntamiento informó que no se ha otorgado permiso alguno a la empresa Waste Co para que deposite basura proveniente de la capital del país, pues el confinamiento que opera en el municipio no cuenta con esa capacidad.

El verdetero recibe 800 toneladas de desechos diarios de los municipios de Tecámac y Ecatepec, por lo que aceptar basura del Distrito Federal duplicaría esa cantidad y acortaría su vida útil, de seis años aún, dijo.

Por segundo día consecutivo, ayer ingresaron camiones con desechos del Distrito Federal al vertedero de Tecámac, aunque en menor medida que el martes.

Debido a que el municipio de Ixtapaluca suspendió desde el 2 de enero la operación del relleno Mina El Milagro, en respuesta a los vecinos que rechazan la basura proveniente de la ciudad de México, los gobiernos de Texcoco, Chimalhuacán, La Paz y Nezahualcóyotl no pueden trasladar desechos generados en esos municipios.

Estas cuatro localidades no cuentan con tiradero propio y desde 2010 confinaban sus desechos en ese vertedero privado que administra Tecnosilicatos de México.