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Al 4 de enero habían llegado al IFE 21 mil 528 solicitudes, la mayoría prevenientes de EU

Afloran de nuevo fallas del modelo postal para que voten mexicanos en el extranjero
 
Periódico La Jornada
Lunes 9 de enero de 2012, p. 6

Cuando sólo falta una semana para que concluya el plazo para que los mexicanos residentes en el extranjero que pretendan votar en las próximas elecciones presidenciales se registren en el padrón especial, al 4 de enero habían llegado 21 mil 528 solicitudes al Instituto Federal Electoral (IFE). Aunque la cifra aun es casi el doble de lo que hasta el mismo periodo se habían recibido en 2006, en el organismo se reconoce que el modelo postal que se desprende de la ley impone muchas restricciones e inhibe la participación.

Integrante de la comisión especial del voto de los mexicanos en el extranjero, el consejero electoral Francisco Guerrero sostiene que el modelo de sufragio postal es demasiado restrictivo y no potencia en su debida dimensión la participación de los votantes. Lamentó que el Congreso no haya legislado para favorecer una mayor votación a pesar de la experiencia que se tuvo en 2006, cuando se evidenciaron las carencias del marco legal.

De acuerdo con el reporte más reciente, la última quincena de diciembre se recibieron 6 mil 459 solicitudes, incremento sustancialmente respecto de periodos similares. El informe revela que casi 90 por ciento de las solicitudes provienen de Estados Unidos (18 mil 596); le siguen Canadá (669) y España (428).

En un reciente encuentro de consejeros electorales con el cuerpo diplomático, las partes coincidieron en la insuficiencia del modelo postal, cuyas características (un envío inicial de la solicitud para registrarse en el padrón especial, el IFE remite la documentación para votar y finalmente el envío del voto) imponen limitantes que, a la luz de las cifras tan marginales, es imperioso modificar, señaló Guerrero.

Las solicitudes provienen de 80 países; las menos proceden de lugares como Burundi, Islas Feroe, Malta, Nueva Caledonia, Namibia, Vietnam, Uganda, China, Corea del Sur, Finlandia, Nueva Zelanda, Vaticano o Arabia Saudita.

Aunque se han recibido 21 mil 528 solicitudes, de su procesamiento se tienen registrados en la lista Nominal de Electores Residentes en el Extranjero 21 mil 366 y 156 demandas de juicios para la protección de los derechos político-electorales. Entre las solicitudes provenientes de Estados Unidos, 4 mil 672 proceden de California, mil 998 de Florida, mil 507 de Illinois y mil 37 de Nueva York.

Pese a que se ha recibido casi el doble de solicitudes que en 2006, Guerrero advierte que es urgente que se modifique la ley, pues no podemos llegar a 2018 con este marco legal tan restrictivo.

Subrayó que el IFE ha realizado acciones para alentar la participación –eliminar el requisito de acreditar el domicilio, anular el pago del envío postal por el ciudadano e instalar módulos en los principales consulados en Estados Unidos–, pero es obvio que no ha sido suficiente.

El IFE –aseguró el consejero– ha tratado de alentar la participación, pero bajo las limitantes del marco legal vigente que no permite a los ciudadanos una participación masiva. Muchos de los mexicanos que residen fuera del país no cuentan con la credencial de elector por las condiciones en que han emigrado; otros lo hicieron desde muy pequeños y a pesar de que se calcula que hay 12 millones de mexicanos residentes en Estados Unidos, esto no se ve reflejado en la participación.

Reconoció que varias organizaciones de residentes en el extranjero han planteado su inconformidad –y coincido con ellos–, para ampliar la participación. No es congruente que los migrantes hayan remitido 250 mil millones de dólares desde 2000 a la fecha y no se les proporcione un esquema de participación acorde con la importancia que tienen para la economía nacional.

Consideró que al concluir el proceso electoral el IFE se debe transformar en promotor del cambio en el marco legal que analice alternativas como el voto electrónico, con los respectivos candados de seguridad, la expedición de credenciales fuera del país o el voto presencial en el extranjero.