Sociedad y Justicia
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José Luis Luege, más interesado en el GDF que por su trabajo en Conagua, lamenta

Reserva ecológica de Cuatro Ciénegas, enferma de muerte: investigadora

Lagunas El Churince y Los Güeros, muy dañadas por empresas que las exprimen, acusa Valeria Souza, de la UNAM

En riesgo de desaparecer, especies bacterianas del periodo precámbrico

 
Periódico La Jornada
Jueves 5 de enero de 2012, p. 33

La reserva ecológica de Cuatro Ciénegas, en Coahuila –área natural protegida por la Unesco–, está enferma de muerte. La laguna grande de El Churince se secó prácticamente en su totalidad y, por primera vez en 10 mil años, se perdió al menos un tercio de la laguna intermedia Los Güeros, por lo que gran parte de este reservorio natural de biodiversidad está en peligro de desaparecer, alertó Valeria Souza, investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En entrevista, advirtió que la pérdida de agua se debe a que, sin que el gobierno lo impida, varias empresas, sobre todo productoras de leche y una de autoservicio, han exprimido desde hace años los manantiales –tanto superficiales como profundos– de esta zona, donde habitan desde hace alrededor de 800 millones de años cientos de miles de especies bacterianas endémicas que son fundamentales para comprender la evolución de la vida en el planeta.

Con los daños casi irreversibles en los sistemas acuáticos de Cuatro Ciénegas, las especies bacterianas únicas en el mundo y otras están muriendo.

En noviembre pasado, Souza y su equipo de investigación visitaron esta reserva de la biosfera y hallaron un panorama desgarrador: vimos todo el piso de El Churince tapizado de peces muertos; además, como es yeso jurásico, se formaron moldes de cada uno de los animales muertos; también se observaban las marcas de las patas de las aves que habían comido peces. Pero lo más triste era ver los rasguños de las tortugas marinas endémicas que buscaban el agua que ya no estaba, así como las patas de los coyotes que se las comieron.

Cuatro Ciénegas es el sitio con el mayor número de endemismos de especies bacterianas y el que más macroorganismos por kilómetro posee en América del Norte. Los estudios desarrollados en la región son claves para comprender la explosión de la diversidad en el principio de la historia de la vida.

Los microorganismos que habitan este lugar han sobrevivido a todas las grandes extinciones que ha enfrentado la Tierra en los recientes mil millones de años, por lo que los daños serían irreparables si esta ventana al pasado de nuestra historia se cerrara para siempre.

La investigadora de la máxima casa de estudios resaltó que los bichos de este sitio natural son descendientes directos de las criaturas marinas de la era precámbrica y el lugar, por su valor biológico, es equivalente a las islas Galápagos de Ecuador. Agregó que la zona es muy parecida al cráter Gale, de Marte, donde en agosto del próximo año aterrizará la misión Curiosity de la NASA en busca de material orgánico que revele si existió vida en el planeta rojo.

Restauración aplazada

Souza lamentó que ante la ineptitud y soberbia del gobierno federal, en los recientes cinco años los niveles de agua de la laguna Churince, que es una de las más altas del lugar, hayan sufrido tan grave deterioro. Subrayó que hace cuatro años, con inversión federal y estatal, se asignaron alrededor de mil millones de pesos para cambiar los sistemas de riego entre los ejidatarios de la zona, pero la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a cargo de José Luis Luege, no comenzó de inmediato los trabajos.

La restauración del acuífero prometida en 2007 por Felipe Calderón se inició torpemente cuatro años después. Si el sistema de riego se hubiese hecho entonces, El Churince se hubiera salvado. Pero Luege hace campaña para ser jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF) y no se ocupa de su trabajo.

Además, añadió Souza, se necesita de un decreto presidencial para establecer una veda e impedir que los mantos acuíferos de la región sigan siendo explotados.

De no hacer algo, la mayoría de los manantiales superficiales y los pozos profundos se secarán y la reserva tendría los días contados. Sin agua, Cuatro Ciénegas dejará de ser una máquina del tiempo que nos explique el pasado y se convertirá en el espejo del México del futuro: seco y desolado, concluyó la investigadora de la UNAM.