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Insólita exposición en cuanto a calidad y cantidad, en el Palacio Nacional

Tesoros de los palacios reales..., parada obligada para quienes visitan la capital
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Entre las piezas que causan más admiración a los asistentes están los corceles y sus jinetes en tamaño real, que corresponden a las figuras de Carlos V y Felipe II. En la imagen, Felipe Calderón observa la efigie durante la inauguración de la exposición, a principios de este mesFoto Presidencia
 
Periódico La Jornada
Viernes 30 de diciembre de 2011, p. 6

El bullicio del Zócalo casi desaparece al cruzar las puertas de Palacio Nacional, que estos días es parada obligada tanto para locales como visitantes, no sólo por los murales que visten sus paredes, sino también por la exposición Tesoros de los palacios reales de España: una historia compartida, la cual se inauguró hace unos días en la Galería del recinto, inaugurada en septiembre de 2010.

Se repiten las mismas medidas de seguridad que se aplicaron durante la muestra México 200 años: la patria en construcción, que se realizó el año pasado: se prohibe el ingreso con bultos, chicles, alimentos, bebidas, plumas, navajas; no se permite el uso de teléfonos celulares o cámaras dentro de las salas. Tampoco se permite tomar apuntes, para eso se encuentra disponible la página de Internet tesorospalaciosreales, en la cual se encuentran las piezas de la exposición, 272 españolas y 94 mexicanas, y a la que se puede acceder en versión normal o para dispositivos móviles.

La exhibición se inauguró a mediados de diciembre y se pueden admirar cuadros, tapices, esculturas, libros incunables, armas –entre ellas un cañón–, muebles, ropa, así como armaduras, entre ellas las de Felipe III y Felipe IV, y las de dos corceles y sus jinetes en tamaño real, que corresponden a las de Carlos V y Felipe II, y que son dos de las obras que más llaman la atención de los visitantes.

Regresemos al principio: después de pasar los controles de seguridad y de dejar lo prohibido en el guardarropa o en el bote de basura, el primer espacio está dedicado a un video en pantallas colocadas en 360 grados, donde se explica –a grandes rasgos– el propósito de la muestra y su relación con algunos recintos mexicanos, como el Castillo de Chapultepec, el cual alberga ahora al Museo Nacional de Historia.

Las salas de la exposición se ubican en el primer piso, y los temas son La corte itinerante: de la Edad Media a la Edad Moderna; Felipe II y el establecimiento de la capital en Madrid; Los palacios reales bajo los Austrias: de Felipe II a Felipe IV; Los reales patronatos; El cambio dinástico: el advenimiento de la dinastía borbónica; La magnificencia de la monarquía a través del refinamiento en la decoración de los reales sitios y de la vida cotidiana; Las casas de campo: la diversión a través del arte; El cambio de escenario: la guerra de Independencia, y finalmente Espejo de Ultramar: el Palacio Virreinal de Nueva España.

El recorrido ofrece a los visitantes la explicación de cómo los reyes españoles formaron una colección impresionante, la cual incluye piezas de Goya, Tiziano, Velázquez, El Greco, así como obras elaboradas en el taller de Rubens, y la escultura Cuatro ríos, de Bernini.

La mirada no descansa. Muchos se detienen a leer las cédulas con las explicaciones, aunque también son muchos los extranjeros que, al desconocer el castellano, no saben lo que es cada obra: las cédulas sólo fueron escritas en español.

Las piezas provienen de recintos como el Palacio Real de Madrid, el Palacio de Aranjuez, el Museo Nacional del Prado y los reales monasterios de la Encarnación, de San Lorenzo de El Escorial y de las Descalzas Reales. La mayoría son de Patrimonio Nacional, organismo administrador de los bienes de titularidad de la Corona, dos del Museo del Prado y dos del Museo Arqueológico Nacional. (La Jornada 14/XII/11).

Eso es precisamente lo que hace única a esta muestra: es la primera ocasión en la que se reúnen piezas de este valor, cualitativo y cuantitativo, en un solo lugar, el Palacio Nacional, donde quedan a la vista los murales de Diego Rivera (recorrido también imperdible).

Tesoros de los palacios reales de España: una historia compartida está acompañada de la muestra Testimonios de la nación, piezas y memoriales de la Independencia, la Reforma y la Revolución mexicanas, selección que partió de la exposición México 200 años: la patria en construcción, la cual se realizó con motivo de las celebraciones bicentenarias del año pasado.

Esta segunda muestra se localiza en el espacio donde se colocaron las urnas con los héroes de la Independencia; al final puede verse un video donde se revisa el proceso al que fueron sometidos los restos de los insurgentes.

Tesoros de los palacios reales... permanecerá hasta finales de mayo próximo. El ingreso y la salida son por la calle de Moneda, a un costado de Palacio Nacional.