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De cómo cocinaban las abuelas recupera 29 textos de gente común con deseos de escribir

Laura Athié hilvana un tejido de historias que merecen ser contadas

El volumen es resultado de un proyecto que inició en 2009, mediante una convocatoria en su blog Tejedora de Historias

Incluye narraciones de Argentina, Chile, Estados Unidos y México

Foto
Athié compartió la historia de su abuela Carmen González en el apartado Mambo número 8. Arriba, Enriqueta Álvarez, en una foto tomada del volumen
 
Periódico La Jornada
Sábado 24 de diciembre de 2011, p. 2

Somos tejedores de historias e hilvanamos sueños, secretos y recuerdos del pasado todos los días. Esto lo sabe la promotora cultural Laura Athié, quien acaba de editar el libro De cómo cocinaban las abuelas, el cual reúne 29 textos de diferentes familias, lugares y épocas, que estaban ignoradas.

Las historias de vida fueron escritas por amas de casa, estudiantes, abogados, profesores, taxistas, personas que sin importar su formación, ni su edad, decidieron rescatar de la memoria a una figura importante en su existencia: el abuelo o la abuela.

El volumen es el resultado del proyecto iniciado en 2009 por Athié, quien convencida de que toda vida merece ser contada, lanzó una convocatoria en el blog Tejedora de Historias e invitó a la gente a narrar su historia familiar.

El proyecto está relacionado con la historia de migración de mi familia y con mi trabajo actual; además, siempre me ha interesado que la gente cuente, escriba y rescate el origen de migración de su familia, en este caso el personaje que elegimos para narrar las historias fue la abuela o el abuelo, explica en entrevista Laura Athié.

Para animar a las demás personas, Athié compartió la historia de su abuela Carmen González en el apartado de título Mambo número 8, en el que describe cómo grupos de migración chinos, españoles y libaneses llegaron a los mercados de la ciudad de México.

Yo nací en la Lagunilla, mi familia es de origen libanés, ahí se conocieron mis padres. El texto está dedicado a mi abuela. Es una historia que me ha contado mi padre, que tiene casi 70 años, Fernando, y de verdad que la historia es muy poderosa, como la de muchas otras familias.

Laura Athié recordó que antes era costumbre conversar durante la comida, y así fue como conoció la historia de su abuela Carmen y aprendió a valorar la vida de las personas.

El proyecto Tejedora de Historias, que también dio origen a una nueva editorial, surgió para rescatar los recuerdos familiares y que las familias puedan leer su pasado y niños y jóvenes conozcan las luchas que los han forjado.

Respecto del tema del fomento a la lectura y a la escritura, Athié considera que la educación debe abordarse desde otros frentes, no sólo en las escuelas. Fenómenos como los blogs o el Twitter, asegura que han permitido a mucha gente leer y también a expresar lo que piensan. Lo interesante de esto es que finalmente las personas se atreven a narrar lo que realizan durante el día, como una especie de diario.

Los textos sobre las vidas de 29 abuelas o abuelos, sus vivencias, sus cocinas, amores, costumbres, rencuentros y reconciliaciones familiares, en la voz de sus nietos y nietas. Las historias provienen de distintos lugares de Argentina, Chile, Estados Unidos y México.

De acuerdo con Athié, la tejedora de historias, las personas que enviaron sus textos finalmente descubrieron que escribir no es una tarea tortuosa, que se puede usar sin miedo a la palabra, desde la realidad de nuestros hogares. Si cocinar es una acto de amor, contarnos historias unos a otros sin conocernos es una profunda muestra de confianza.

El volumen incluye el prólogo de Eliana Yunes, directora de la Cátedra Unesco de Lectura Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro, Brasil, quien escribe que la alegría, la esperanza, el alma de este proyecto que ahora edita su primer libro hacen de Laura la escritora que, buscando dar expresión, da paso a los ficcionistas que dormían en cada quien y, bajo el reto de bordar lo ajeno, crea una imagen genuinamente suya como mentora de muchas voces.

Especializada en planificación y difusión de políticas educativas, Athié desde hace 14 años se ha dedicado a bordar historias, y ha organizado talleres de escritura para quienes siempre han soñado con escribir un libro, pero no se atreven. Ella escribe la historia y después de un mes entrega la edición, cuyo costo es acorde a la idea y presupuesto del narrador.

Para entrar en contacto con Laura Athié y contar su vida puede visitar la web tejedorasdehistorias.com o athietejedora.blogspot.com