Opinión
Ver día anteriorLunes 19 de diciembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Desde el Otro Lado

Los delitos de Arpaio

E

l jueves pasado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos encontró al juez Joe Arpaio, sheriff del condado de Maricopa en el estado de Arizona, culpable de diversos delitos que ameritarían su remoción inmediata. Ya era tiempo que las autoridades federales tomaran nota de la violación sistemática a los derechos humanos en ese condado, particularmente en contra de quienes pertenecen a la comunidad de origen hispano.

De acuerdo con una nota de la Associated Press, el Departamento de Justicia determinó que en la oficina dirigida por Arpaio hay una profunda cultura basada en la discriminación y la sistemática violación en contra de los derechos humanos garantizados por la Constitución.

Se documentó que en más de 400 casos de violaciones sexuales en contra de personas de origen hispano, sus oficinas ignoraron las demandas para que fueran investigadas. Entre ellas había por lo menos 44 denuncias cuyas víctimas eran menores de edad. El asunto fue sumamente grave, ya que entre éstas había incluso menores de 2 años de edad.

Entre las violaciones a los derechos civiles en su oficina, se daba cuenta de la persecución, detención y maltrato de personas cuyo único delito era tener aspecto hispano. Los oficiales bajo sus ordenes han detenido a mil 500 personas desde enero de 2008, por supuestas violaciones de tránsito y, actuando como autoridades migratorias en contra de lo que marca la Constitución, mediaron para que 57 por ciento de éstas fueran deportadas.

Mejor conocido entre la comunidad migrante de México como el sheriff de hierro, por sus arbitrariedades, es sabido que caer en una de las prisiones en su jurisdicción significa invariablemente quedar sujeto a un trato denigrante. Su estilo de vestir a los prisioneros, con uniformes de color rosa, para que realicen trabajos fuera de la prisión es una forma de denigrarlos. También es común el castigo a quienes no acatan sus órdenes por no entender el inglés, u obligar a los prisioneros a firmar declaraciones que los incriminan, sin recibir ayuda para entender lo que están signando. No es extraño que oficiales bajo las órdenes de Arpaio se dirijan en forma soez y con epítetos denigrantes a las personas de origen hispano.

Cuando Arpaio se enteró del reporte del Departamento de Justicia, culpó al presidente Barack Obama de actuar políticamente para desprestigiar al estado de Arizona y permitir que los indocumentados caminen libremente por las calles.

Lo extraordinario del asunto es que Arpaio no sea depuesto ni enfrente cargos criminales. El Departamento de Justicia se ha limitado a sugerir que realice cambios en su oficina que eviten la discriminación. De lo contrario, el condado de Maricopa enfrentará una reducción en los fondos federales que recibe de la federación”.

Extraña forma de castigar la conducta criminal de un funcionario policiaco.