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Contiene larga introducción del propietario del único ejemplar de La tragedia de Arturo

Nueva novela inglesa incluye obra perdida de William Shakespeare

Una copia en cuarto de 1597 fue hallada oculta en una colección privada en los años 50

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William Shakespeare (1564-1616)
The Independent
Periódico La Jornada
Martes 13 de diciembre de 2011, p. 7

Londres. En términos de audacia pura, pocas novelas habrá este año que igualen a The Tragedy of Arthur (La tragedia de Arturo), que incluye una obra perdida de Shakespeare, la tragedia del mismo nombre, completa, con todo y notas y un prefacio en el que el editor expone los argumentos que avalan su autenticidad.

Por desgracia, también incluye una larga y farragosa introducción del novelista estadunidense Arthur Phillips, propietario y licenciatario del único ejemplar existente de la obra: una copia en cuarto de 1597, que el padre de Phillips halló oculta en una colección privada en Inglaterra en la década de 1950.

Digo por desgracia porque, como señala Phillips en la introducción, Shakespeare nunca le ha gustado mucho. Peor aún, está convencido de que la obra es falsa, la última broma arrogante jugada por su padre, un falsificador de arte, a un mundo que se negó a aceptarlo como un pintor genuino. Las razones por las que Phillips gasta 250 páginas en desenmascarar un texto al que debería rendir homenaje se vuelven claras: desenreda la compleja historia de su familia, que se decanta hasta las precarias relaciones entre padre e hijo (los dos llamados Arthur), y entre ellos y la hermana gemela de él, Dana, un conflictivo actor que ama tanto al dramaturgo como él lo aborrece.

Phillips reconoce de buen grado que hay mucha sicología en esto, pero cree que eso mismo es todo lo que hay en nuestra relación con Shakespeare. “Si no tuvieran su nombre encima, la mitad de sus obras serían abucheadas en escena… En cambio, decimos ‘es Shakespeare; debe de haber algo profundo que no apreciamos’.”

Se vuelve también contra críticos como Harold Bloom, con su absurda tesis maximalista de que Shakespeare inventó la forma en que las personas viven, piensan y se comunican hoy día. Reflexionando en la muerte del segundo marido de su madre, escribe: Si Dana y Harold Bloom tuvieran razón, y no fuéramos sino frutos andantes de la imaginación de Shakespeare, ¿en qué parte del canon encaja mi mamá, que no sabía decir la verdad de lo que vivía?

¿Y la obra de Shakespeare? Un pastiche disfrutable, con algunos experimentos interesantes (¿cómo habría escrito Shakespeare una escena laboral?) y divertidas notas de pie de página que hacen un guiño a Pálido fuego, de Nabokov. Pese a toda su audacia metaficcional, The Tragedy of Arthur es un triunfo de la humildad y un digno tributo.

Arthur PhillipsDuckworth, The Tragedy of Arthur

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya