Sociedad y Justicia
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Desde 2000 disminuyó la desigualdad en el país, según Félix Guerra

México administra la pobreza, pero no la combate a fondo: especialistas
 
Periódico La Jornada
Viernes 9 de diciembre de 2011, p. 45

El titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), Heriberto Félix Guerra, se sumó a la defensa del trabajo económico del actual gobierno y aseguró que a partir de 2000 la pobreza y la desigualdad en el país comenzaron a disminuir, al tiempo que especialistas y académicos señalaron que no sorprende que México sea uno de los países más desiguales del mundo, ya que desde hace años se ha dedicado a administrar la pobreza y no a combatirla de fondo.

Luego de participar en la ceremonia de entrega del 36 Premio Nacional de Arte Popular, el funcionario aseguró que por vez primera, y pese a enfrentar la crisis más profunda en la historia de México, heredada de Estados Unidos, las autoridades federales lograron contener el índice de crecimiento de la pobreza extrema.

Aunque admitió que los números de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) son correctos en lo que se refiere al crecimiento de la desigualdad, aclaró que se debe a que el organismo incluyó datos de 1984 a 2008 para hacer su estudio.

De la misma forma en que lo dijeron el miércoles el presidente Felipe Calderón y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Guerra aseveró que de acuerdo con cifras de la OCDE, la desigualdad comenzó a reducirse a partir de 2000, tendencia que se incrementó de 2008 a 2010.

Con la crisis, los estratos de mayores ingresos tuvieron una disminución de 12 por ciento, contra los deciles de mayor vulnerabilidad, que tuvieron una disminución de ingresos marginal, gracias a transferencias como Oportunidades, 70 y más y el Seguro Popular, dijo.

Frente a tales señalamientos, Gonzalo Saraví, académico del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas), consideró que la cifras de desigualdad reveladas por la OCDE no deberían llamarnos tanto la atención, en primer lugar porque éste es un aspecto muy arraigado en América Latina.

Desde 1980, subrayó, la pobreza se mantiene en niveles muy altos en México, debido a que no hay políticas oficiales para erradicar estructuralmente dicho fenómeno o atenuarlo con fuerza, lo que sí ocurre en Argentina, Brasil o Uruguay.

No sólo es necesario generar más riqueza, sino también distribuirla de una forma más equitativa, dijo. Hay que sacrificar las ganancias de los más ricos, que muchas veces son obscenas, para redistribuirlas, y eso requiere de otro tipo de políticas, porque actualmente todo lo está acaparando un grupo muy pequeño.

Ximena Maroto, coordinadora del Observatorio de Política Social y Derechos Humanos, coincidió en que el aumento de la pobreza, la indigencia y la desigualdad es producto de la injusta distribución de la riqueza, la escasez y precariedad de los empleos, y el ínfimo nivel de compra del salario mínimo.

No vamos a poder terminar con la pobreza con dos programas que sólo parchan el problema. Hay que crear empleos mejor remunerados, porque casi 20 por ciento de la población económicamente activa no puede comprar la canasta básica.