Ciencias
Ver día anteriorViernes 9 de diciembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

Panel de expertos recomienda la medida para evitar consecuencias del tratamiento

Beneficia a hombres con incipiente cáncer prostático demorar terapia

Revela estudio que no hay vínculo entre la exposición a ciertos químicos y la aparición de tumores en mama

Reporta investigación que una proteína es la clave para evitar metástasis

 
Periódico La Jornada
Viernes 9 de diciembre de 2011, p. 2

Los hombres con cáncer de próstata de bajo riesgo podrían esperar para ver si su enfermedad avanza antes de tratarla, señaló un panel independiente de expertos convocado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés). El panel respaldó el denominado enfoque de vigilancia activa para el tratamiento del cáncer prostático como una forma de ayudar a evitar las posibles consecuencias perjudiciales de la terapia, entre las que se encuentran la impotencia y la incontinencia.

Los NIH están evaluando quitar el nombre cáncer del estadio inicial de la enfermedad, dado que eso facilitaría la aceptación de los hombres de que el control atento a cambios es un mejor enfoque para ellos que el tratamiento inmediato.

El cáncer de próstata es la forma más común de tumores no cutáneos entre los hombres en Estados Unidos. Se prevé que unos 240 mil varones serán diagnosticados con la enfermedad este año y unos 33 mil morirán como consecuencia de ella. Si bien más de la mitad de esos cánceres están confinados a la próstata y no se convertirán en una amenaza para la vida, alrededor de 90 por ciento de los hombres que son diagnosticados con cáncer prostático reciben tratamiento inmediato, como cirugía o radioterapia.

Está claro que muchos se beneficiarían de demorar el tratamiento, dijo la doctora Patricia Ganz, experta en prevención del cáncer de la Universidad de California en Los Ángeles, quien presidió el panel de estado de la ciencia de los NIH sobre el cáncer de próstata. El problema, dijo Ganz, es que no hay concenso sobre las mejores estrategias para monitorear el avance del cáncer prostático y qué indicadores deberían usarse para determinar cuándo el tratamiento es necesario. El panel instó a los NIH a realizar más investigaciones.

Muchos médicos ya usan una serie de estrategias de monitoreo en los hombres cuyo cáncer de próstata de bajo grado se detecta a través del control del PSA, prueba sanguínea que identifica niveles de una proteína generada en la glándula prostática, conocida como antígeno prostático específico.

Niveles altos de esta proteína pueden indicar cáncer de próstata, pero pueden también ser provocados por otras cosas. Varios estudios sugirieron que muchos hombres son controlados excesivamente por cáncer de próstata, y estas pesquisas excesivas en muchos casos provocan más daños que beneficios, lo cual lleva a los pacientes a optar por una biopsia y tratamiento para un cáncer de crecimiento lento que nunca les hubiera causado perjuicio durante sus vidas.

Las estrategias alternativas para los hombres con cáncer de próstata de bajo riesgo suelen dividirse en dos áreas: la observación con o sin intención de cura. En el enfoque de observación sin intención de cura, a veces llamada espera controlada, los médicos tratan los síntomas, si aparecen.

En el caso de la observación con intención de cura, que suele denominarse vigilancia activa, los pacientes se someten a pruebas frecuentes y se les ofrece tratamiento curativo si el cáncer avanza.

Ganz dijo que aún no está claro qué enfoque es mejor. “El cáncer de próstata afecta a entre 30 y 40 por ciento de los hombres mayores de 50 años. Algunos se beneficiarán de un tratamiento inmediato, otros de la observación. Necesitamos definiciones estandarizadas.

Mitos sobre cáncer y químicos

En Washington un estudio divulgado el miércoles en Estados Unidos indicó que no existe evidencia científica que demuestre un vínculo directo entre la exposición a ciertos productos químicos industriales y el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

La revisión realizada por el Instituto de Medicina, integrante de las Academias Nacionales de Ciencia de Estados Unidos, buscó separar el mito de la realidad en torno a este tema.

Los médicos saben que el consumo de alcohol, la terapia hormonal que combina estrógenos y progesterona, la exposición excesiva a radiación ionizante de tomografías computarizadas, y el exceso de peso después de la menopausia son factores de riesgo demostrado de desarrollar cáncer de mama.

Pero tienen menos certeza con respecto de ser fumador pasivo, inhalar gases del escape de los automóviles o estar expuesto a productos químicos como el benceno, hallado en el petróleo crudo, en pesticidas y el bisfenol A, presente en plásticos y selladores.

Varios estudios bien diseñados no pudieron demostrar un mayor riesgo de cáncer de mama del uso personal de tintes para el cabello y la radiación no ionizante (emitida por los hornos de microondas y otros aparatos eléctricos), dijo el informe.

Para muchos otros factores, la evidencia es menos convincente, pero sugiere un posible vínculo con un mayor riesgo, agregó.

Estos otros factores son la exposición al humo de tabaco, el trabajo por turnos durante la noche, y la exposición a las sustancias químicas como el benceno, el óxido de etileno o el 1,3-butadieno, que puede ocurrir en algunos lugares de trabajo, y por la inhalación de los gases del escape de los automóviles, el suministro de gasolina o la inhalación del humo de tabaco.

Los investigadores instaron a realizar más investigaciones al respecto, pero dijeron que las mujeres pueden hacer muchas cosas para evitar el riesgo de cáncer, como evitar la radiación médica innecesaria, no seguir una terapia hormonal posmenopáusica que combine estrógenos y progesterona, no fumar, limitar el consumo de alcohol, aumentar la actividad física, y reducir al mínimo el aumento de peso en la menopausia.

Proteína vs. metástasis

Una simple proteína, la periostina, podría ser la clave para bloquear el desarrollo de metástasis, uno de los grandes riesgos de complicaciones para los enfermos afectados de cáncer, según un artículo publicado el miércoles en la revista Nature.

Un equipo de investigadores suizos descubrió que sin esta proteína, presente de manera natural en el cuerpo, las células cancerígenas difundidas a partir de un tumor maligno inicial no pueden desarrollar metástasis o nuevos tumores.

Se sabe que un tumor difunde en el cuerpo células cancerígenas y que sólo algunas, las células cepa cancerígenas, son capaces de desarrollar metátasis si hallan un terreno propicio, lo que los cancerólogos llaman nicho.

Investigadores del Instituto Suizo de Investigación Experimental sobre el Cáncer y de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne aislaron la periostina en esos nichos en ratones y demostraron en este roedor, que sin esta proteína, no hay metástasis.

Sin esta proteína, la célula cepa cancerígena no puede desarrollar metástasis. Desaparece o se vuelve durmiente, dijo el profesor Joerg Huelsken del EPFL, quien también firma el artículo en Nature.