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Presentan en la FIL de Guadalajara su libro Morir más de una vez

Engañar a la muerte, privilegio del lector, asevera Álvaro Uribe

La vida se redefine cada vez más en función de la certeza de que vamos a fallecer, dice a La Jornada

La única manera de sobrevivir un poco es en el recuerdo de los demás

Foto
Álvaro Uribe durante la entrevista con La JornadaFoto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Sábado 3 de diciembre de 2011, p. 2

Existe una manera para no morir del todo: escribir sobre la vida y guardar esa memoria en las páginas de un libro, pero también el lector, con el solo hecho de serlo, engaña a la muerte, y eso es un privilegio, afirma el escritor Álvaro Uribe (DF, 1953).

A cuatro años de la publicación de Expediente del atentado, novela con la que obtuvo el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska, el autor irrumpe en las novedades literarias de fin de año con una narración que sacude y transforma: Morir más de una vez (Tusquets Editores).

El amor y la venganza, la amistad y la envidia, la memoria y los engaños, el humor y el deseo, tejen una historia en la que el escritor comparte ciertos momentos autobiográficos, principalmente aquellos que tienen que ver con el cáncer de pulmón que padeció y del que se recuperó en 2009. Los demás, es tarea del lector intuirlos.

Discípulo de Monterroso

En charla con La Jornada, Álvaro Uribe explica: “Fui y sigo siendo discípulo de Augusto Monterroso, él decía que por el solo hecho de querer hacer un libro los escritores tenemos una ventaja enorme, pase lo que pase, incluso el peor de los infortunios, al final, nuestra experiencia va a ser un poco menos mala porque tendremos la ventaja de saber que en algún momento lo vamos a poder contar. Puedo comprobar que es cierto.

Por supuesto, este libro no tuvo para nada un fin terapéutico, no lo hice para paliar ningún tipo de angustia ante la muerte, pues no existe nada contra ella, se muere uno y ya, y cuando se va un ser querido el hueco es imposible de llenar, pero todo ello, siendo escritor, se puede contar de una manera distinta que estando solo. Al hacer un libro se objetiva esa angustia y se comparte con los demás, se vuelve también problema de los lectores, no solo nuestro.

En Morir más de una vez, continúa Uribe, “quise narrar, de la manera más desapasionada posible, cómo, llegados a cierta edad (el protagonista de la novela tiene cincuenta y tantos años) hay más pasado que futuro, para reflexionar y entender cómo la muerte, no sólo la propia, es absolutamente necesaria para definir la vida.

“En un sentido amplio, uno se la pasa muriéndose todo el tiempo, a través de las personas que se nos van muriendo y cada vez que se nos acerca la muerte, ya sea por una enfermedad grave o por un accidente, como planteo al inicio de la novela. La vida se redefine cada vez en función de la certeza de que nos vamos a morir.

Otra vez citando a mi maestro Monterroso, él decía que en literatura sólo hay tres temas: el amor, la muerte y las moscas. El se quedó con las moscas, en esta ocasión elegí la muerte, y me falta explorar el amor para el próximo libro.

Álvaro Uribe es filósofo, formado en la Universidad Nacional Autónoma de México, fue agregado cultural en Nicaragua y consejero cultural en Francia. Su entrañable relación con la ciudad de París también aparece en la páginas de su nueva novela.

Para alguien como yo, completamente agnóstico y sin la menor esperanza de que haya algo después de la muerte, la única manera de sobrevivir un poco es en la memoria de los demás, en lo que cuenten de nosotros cuando estemos muertos, detalla.

La novela, continúa Álvaro Uribe, trata de reproducir eso: “Hay muchas muertes, pero no se acaban de cumplir, porque las vidas están siendo rememoradas, es decir, retrabajadas. Y es que contar algo no es reconstruirlo, es reinventarlo. En ese sentido, Morir más de una vez también es un libro acerca de la memoria y el olvido, compañeros inseparables y muy inventivos.

Esa es otra de las enormes ventajas de ser escritor, el que todos esos yos que uno pudo haber sido, pueden ser en un libro. El lector, al ser cómplice, decide qué me cree y qué no, si él no completa lo que planteo, la historia se queda inconclusa.

Convencido de que esta novela es mucho mejor que lo que soy, Uribe asegura que su pluma no se mueve por la urgencia de publicar un libro al año, como le sucede a algunos de sus colegas: “así no funciono, hago los libros que necesito hacer a partir de historias que me habitan, que llamo obsesiones sin que lleguen a ser tormentosas, me dan la vuelta, las voy pensando, se van mezclando con otras hasta madurar solas, hasta que algo me permite encontrarles la forma.

“Sólo entonces se vuelven necesarias, y sé que debo y tengo que escribirlas sino se me quedan atoradas. Me puedo incluso imaginar (pero toco madera), un momento en que si no llega esa coincidencia afortunada de historias con forma, no escriba otro libro de narrativa y seguiría siendo tan feliz.

Quizá escribiría ensayos, leería, no tengo esa prisa por la literatura. En estos momentos no puedo escribir nada, estoy aún muy habitado por esta novela, recibiendo muchas cosas a partir de ella. Pero sí, habrá una más, ya sé que ahí viene, por lo menos una más, ahí viene, concluye el narrador.

La novela Morir más de una vez, de Álvaro Uribe, será presentada hoy en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, a las 19:30 horas, en el salón Mariano Azuela. Participan Pablo Espinosa y Christo-pher Domínguez Michael.