Opinión
Ver día anteriorViernes 2 de diciembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Economía Moral

Mundo Siglo XXI / III

Esta excelente revista aborda en profundidad la crisis ambiental

Foto
E

l primer número (verano, 2005) de Mundo Siglo XXI (MSXXI), la excelente revista del CIECAS-IPN que he venido reseñando en esta serie que hoy concluye, está centrado en la economía ecológica, con varios importantes trabajos sobre el tema, entre ellos la primera parte del de Elmar Altvater, destacado investigador de la Universidad Libre de Berlín, Hacia una crítica ecológica de la economía política (la segunda parte se publicó en el N° 2), que realiza una crítica demoledora de la perspectiva adoptada por la economía ortodoxa o convencional que, en el mejor de los casos, “pretende que los daños al medio ambiente como valor de uso pueden ser suficientemente compensados con su internalización bajo la lógica del valor, lo que no es más que otro modo de mantener en pie un radical olvido de la naturaleza”. Uno de los logros fundamentales de Altvater en este trabajo es la vinculación de los conceptos de valor de uso (como lo desarrolló Marx) y de entropía (concepto de la termodinámica incorporado al pensamiento económico por primera vez por Georgescu Roegen en su notable libro La ley de la entropía y el proceso económico). Altvater explica así el concepto de entropía:

Las reservas de energía y de materia del sistema –en última instancia del universo– permanecen fijas bajo cualquier transformación de ellas (primera ley de la termodinámica). Pero su calidad (su capacidad para realizar trabajo o satisfacer necesidades humanas) disminuye con cualquier uso de energía y materiales: es decir sucede un ineludible incremento en la entropía (segunda ley de la termodinámica). En otras palabras, en el curso de sus cambios, el balance energético siempre queda en equilibrio, pero la cuota de energía libre y disponible, por consiguiente aprovechable, disminuye en comparación con la energía no disponible y disipada, que ya no puede ser convertida en trabajo [es decir, aumenta la entropía]” (p. 17).

El artículo de Altvater, que ha sido enriquecido con varias notas explicativas de Luis Arizmendi, es un verdadero tratado de punta en la materia y es de lectura imprescindible. La redición de ambas partes en otro formato me parece fundamental, lo cual, aunado a la gran calidad de otros trabajos sobre el tema que ha publicado MSXXI, me lleva a recomendar al CIECAS la edición de un volumen en la materia que podría inaugurar una Serie de Lecturas de MSXXI.

Destacan también en el N° 1 los artículos de Ulrich Brand y Christopg Görg, de la Universidad Libre de Berlín, Capitalismo patentado: acerca de la economía política de los recursos genéticos, que aborda crítica y lúcidamente la nueva forma de la apropiación del mundo por el capital: la apropiación vía patentes de la naturaleza; y el de Américo Saldívar, de la Facultad de Economía de la UNAM, México, la economía del desarrollo insustentable, que luego de una introducción muy pedagógica al concepto de desarrollo sustentable, analiza el daño ecológico en el mundo y en México, y resalta que a las deudas fiscal y social es necesario añadir la ecológica.

El N° 3 (Invierno 2005-2006) de MSXXI incluye el importante ensayo de Luis Arizmendi, quien dirige la revista, es a veces autor y muchas más traductor, titulado La crisis ambiental mundializada en el siglo XXI y sus disyuntivas, en el cual demuestra un dominio impresionante de la materia. El largo y denso artículo muestra el carácter cada vez más complejo de dicha crisis, que ha propiciado el surgimiento de fenómenos histórico-naturales sumamente destructivos que revelan el muy probable inicio temprano de una era de caos climático; además de dar cuenta del fundamento sistémico que bloquea la urgente transición a un patrón tecno-energético posfosilista, el ensayo desarrolla una periodización original de la depredación de la naturaleza que acompaña la historia del capitalismo y explora las disyuntivas que ante la crisis ambiental mundializada tiene el siglo XXI. Es, además, un artículo lleno de información contundente (por ejemplo, la que sobre emisiones de carbono he incluido en la gráfica), que documenta la urgencia de medidas drásticas para detener la modernidad fosilista ecocida impuesta por el uno por ciento. El artículo concluye citando a André Gorz (Ecología y Libertad): sin la lucha por unas tecnologías diferentes, la lucha por una sociedad diferente es inútil.

En los números 6 a 8 (2006-2007), el tema del medio ambiente está presente (y también el de la energía), pero por razones de espacio omito comentarlos para centrarme en el N° 23, Invierno 2010-2011, en el cual se dedica la sección de Fundamentos y Debate por entero al tema ambiental y en el cual MSXXI abre una nueva modalidad, de potencial interesante para la revista, y que ha funcionado muy bien en Desacatos, la excelente revista del CIESAS: la de contar con una persona externa que coordina la parte de Fundamentos y Debate de (algunos o todos) los números. Asunción Lera St.Clair (ALSC), investigadora de la Universidad de Bergen, y lead author (autora líder) del 5° Informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PICC) de la ONU, coordinó el N° 23. El Editorial del N° 23, redactado por Luis Arizmendi lo presenta así:

La sección Fundamentos y bebate comienza con un sólido ensayo de Des Gasper [profesor del Instituto de Estudios Sociales de La Haya] dedicado al enfoque de seguridad humana como fundamento de la ética global ambiental. Le sigue el trabajo de Donald Brown, quien fue director del Programa de Protección Ambiental de la Agencia de Protección Ambiental de la ONU, dirigido a tratar el deber ético de los países desarrollados ante la amenaza de cambio climático. Sigue un ensayo de la misma ALSC que, cuestionando las miradas unidimensionales, subraya la importancia estratégica de una visión integral del cambio climático. Por último, el artículo del investigador de la Universidad Washington, Stephen Gardiner, desarrolla una crítica puntual a la geoingeniería.

Destaco algunos aspectos adicionales de dos de estos importantes trabajos que, en conjunto, constituyen las bases de una mirada alternativa al tema ambiental. El concepto de seguridad humana que manejan Des Gasper y ALSC viene a sumarse a los de necesidades humanas y desarrollo humano para conformar una tríada conceptual anti-economicista, que según el primero significa la seguridad de las personas frente a las amenazas importantes que pesan sobre sus necesidades básicas. Esto se refiere a la seguridad de todas las personas, no a las fuerzas de seguridad o a la seguridad del Estado o de los ricos. Del texto de ALSC resalto algunas frases:

El discurso dominante está ciego a los aspectos negativos de modelos de desarrollo y progreso de los que el cambio climático es un síntoma. El PICC de la ONU, galardonado con el premio Nobel de la Paz 2007, ha instalado satisfactoriamente al cambio climático como una cuestión vinculada a la paz y la seguridad. “El Banco Mundial se ha convertido en el PICC de la pobreza por default. Con lo que ahora nos encontramos es con un lobbying cada vez más obvio de esta institución, con el objetivo de convertirse en la institución experta en temas de desarrollo y cambio climático.” “Es necesaria una ‘nueva ciencia’ sobre el cambio climático, una ciencia que sea capaz de integrar los distintos aportes de las ciencias sociales, las humanidades y otros campos con los recientes hallazgos sobre cómo las actividades humanas influencian el sistema tierra.”