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Sabah y Lugo liquidaron las esperanzas de su ex equipo al anotar en el primer tiempo

Morelia eliminó a Cruz Azul, que llega a 14 años sin un título

Los técnicos Enrique Meza y Tomás Boy limaron asperezas

El portero Federico Vilar tuvo importantes atajadas

Gerardo Torrado fue expulsado

Habrá cambios en el plantel celeste

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El cruzazulino Gerardo Torrado recibió su segunda tarjeta amarilla al minuto 71Foto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Domingo 27 de noviembre de 2011, p. a13

Catorce años sin título y contando... Dos puñaladas de los ex celestes Miguel Sabah y Gerardo Lugo liquidaron con marcador 2-1 (global 4-2) los sueños de un Cruz Azul que de nuevo sucumbió como un equipo tibio, incapaz de oponer resistencia ante la determinación del Morelia, que en cambio se convirtió en el primer semifinalista de la liguilla Apertura 2011.

Tomás Boy ganó en la estrategia y definió las cosas en su favor desde el primer tiempo, que concluyó 2-1 para su causa. Antes del inicio, El Jefe decidió bajarle los decibeles a la lucha extracancha que comenzaba a tener tintes alarmantes. El técnico visitante se acercó a su colega Enrique Meza, le ofreció la mano, le dio un abrazo y cruzaron palabras de cortesía.

El gesto era necesario, porque al filo de las 15:15 horas, cuando arribó el camión de Monarcas a la puerta del estadio Azul, los enfurecidos seguidores de La Máquina lanzaron una piedra grande contra el vehículo de los michoacanos que por azar no impactó en los vidrios. Y durante los primeros minutos, Federico Vilar, guardameta visitante, soportó el cántico: Que lo vengan a veeer, que lo vengan a veeer, ése no es un portero es una puta de cabaret...

Era un partido de alta tensión, a la medida del rigorista silbante Marco Antonio Rodríguez, quien al minuto uno no dudó en mostrar el cartón amarillo a Joel Huiqui por dura entrada sobre Javier Chuletita Orozco. Más tarde, intervino para conciliar entre Gerardo Torrado y Jorge Gastélum.

Emanuel Villa mantuvo su concierto de errores iniciado en el juego de ida y echó por encima del larguero un pelotazo, la primera gran opción para el equipo de casa. Antes de cumplirse 10 minutos, Boy ya estaba al borde de su área dando gritos y manotazos, mientras el Ojitos Meza se paseaba pensativo en su sitio.

Sabah, al minuto 16, coronó un gran avance tejido entre Rafael Márquez y Gerardo Lugo, quien anduvo sin marca, jugando a placer de medio campo hacia el frente. La defensa cementera se quedó anclada, como esperando la marcación de fuera de lugar, mientras Lugo tocó pase filtrado con gran técnica a Sabah, quien remató sin problemas para el 0-1 que dejó mudo el estadio.

Los azules parecían enfrentar un partido cualquiera, como si no se estuvieran jugando algo importante. Las barras celestes reaccionaron con coraje y exigieron: ¡Pongan güevos, azules pongan güevos!

Pero los inspirados eran los visitantes, quienes hicieron otro arribo y el balón llegó a los pies de Rafael Márquez, que atrajo la marcación de los zagueros Julio César Domínguez y Néstor Araujo, y con inteligencia cedió para el solitario Lugo: éste aplicó sólido riflazo para vencer por segunda ocasión al portero José de Jesús Corona.

De nuevo el silencio sepulcral que pareció durar una eternidad, hasta que el sonido local estalló con el grito de ¡Azul, azul! que muy pocos siguieron. Meza de inmediato puso a calentar a todos los elementos de su banca; sin embargo, todavía esperó alguna reacción de los titulares, a los que aplaudía y gritaba en gesto poco habitual en él, como para sacarlos de su marasmo.

Chuletita Orozco estrelló un pelotazo en el ángulo superior derecho de la meta defendida por Vilar; luego Huiqui y Enrique Pérez impidieron un remate de Villa, y fue hasta el minuto 36 cuando La Máquina acortó distancia: Alejandro Vela marcó con tiro raso tras servicio desde la derecha de Aquino. Todavía en la recta final, Villa hizo un mal cabezazo y el argentino de plano ya no regresó para el segundo tiempo.

Con el ingreso de Edixon Perea en lugar del errático Villa, Cruz Azul buscó remontar, pero de nuevo le costó mucho trabajo sobreponer la inteligencia al coraje y la frustración. El silbante perdonó la expulsión ante un desplante de Torrado, que había sido amonestado al minuto 40.

Los Cementeros por fin mostraron decisión y se adueñaron del accionar, pero la defensa de Monarcas estuvo atenta y aplicada, además Vilar hizo una gran atajada con los pies ante un disparo de Orozco que iba para gol. Más tarde, Néstor Araujo hizo gran remate, pero de nuevo se topó con Vilar, que desvió hacia arriba.

Torrado, el capitán insolvente en las horas aciagas, se hizo expulsar al 71 de acción tras una falta en el medio campo al frenar de forma ilegal a un rival. Esta vez Rodríguez no lo indultó y le mostró el segundo cartón amarillo. Ya con inferioridad numérica, los locales se ahogaron en su propio desgano y frustración.

El estadio, que estuvo lejos de sus mejores entradas, comenzó a vaciarse durante los minutos finales. De nuevo con diplomacia, Boy –con el boleto a la siguiente fase en el bolsillo– fue a despedirse de mano de Meza.

No renunciaré: Ojitos

El técnico celeste comentó: Los dos goles de Morelia fueron muy rápidos; tuvimos opciones que no pudimos capitalizar y ellos acertaron dos veces, mientras que nosotros no defendimos bien. Hoy cometimos errores atrás, y adelante no acertamos, por eso quedamos merecidamente afuera, situación que lamentó por la directiva y la afición cementeras.

Dijo que retrasó al Chaco Giménez como medida táctica, para que el argentino sorprendiera con algún tiro de media distancia y no descartó que haya cambios en el plantel para la próxima temporada.

Tranquilo y hasta risueño, el técnico, con contrato en Cruz Azul hasta mayo, recalcó que por ningún motivo dejaría yo mi trabajo; es más, precisó que ya estoy listo para la revancha, pues soy un tipo muy positivo y quién dice que no me puede estar esperando algo mejor, agregó en alusión a su próxima intervención en la Copa Libertadores.

Aclaró que la reconciliación con Boy fue de iniciativa mutua, mientras una versión televisiva comentó que el saludo sobre el campo de juego ya estaba pactado tras una serie de llamadas telefónicas.

Ya estamos muy grandes para estar llenos de rencor, no concibo la vida de esa manera. A veces sí se me sale lo indio, lo bravo, pero había que tratar de mediar para terminar con esto y dimos el paso, puntualizó, al recordar cuando ambos eran jugadores.

El técnico de Monarcas no se presentó a la conferencia y su auxiliar técnico, Roberto Hernández, comentó: Los goles y el buen futbol nos ubicaron en semifinales.

Indicó que Morelia hizo dos excelentes partidos porque se prepararon muy bien, conscientes de la calidad del rival.