Sociedad y Justicia
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Efectúan en Chicago congreso de la Sociedad Americana de Reumatología

La espondilitis anquilosante, enfermedad grave; muchas veces no es diagnosticada
Enviada
Periódico La Jornada
Domingo 20 de noviembre de 2011, p. 34

Chicago. Más de cien enfermedades reumáticas se conocen en el mundo, de las cuales la más común es la osteoartritis (desgaste de rodilla), seguida de la artritis reumatoide y las que se manifiestan con dolor de espalda (espondilopatías). Una de estas últimas es la espondilitis anquilosante que afecta la parte baja de esta zona del cuerpo, causa discapacidad y eventualmente muerte prematura.

A pesar de su gravedad, muy pocas veces se diagnostica. Son varias las razones, la principal, que los médicos rara vez piensan en este mal y que es posible detectarlo en una imagen de rayos X sólo después de cinco a 10 años de que la persona ha tenido dolor de espalda a nivel lumbar.

John D. Reveille, director de la División de Artritris de la Escuela de Medicina de la Universidad de Texas, sostuvo que el dolor de espalda es el segundo más común en los adultos: casi una tercera parte lo padece, sólo después del malestar causado por el resfriado común.

Es, de hecho, la quinta causa de visita al médico y aunque existen medicamentos que lo alivian, casi nunca se piensa que pueda ser provocado por una enfermedad crónica y discapacitante como la espondilitis anquilosante.

Aunque existen síntomas claros que debieran alertar a los médicos para sospechar de la presencia de esta enfermedad, pasa inadvertida, por ejemplo en Estados Unidos, donde hasta 3 millones de personas están afectadas por el mal, indicó.

Algunos de esos síntomas son la inflamación crónica de la parte baja de la espalda, hay pérdida de la movilidad, fatiga, dificultad para respirar; en los casos más graves, la espondilitis anquilosante provoca afección cardiovascular y osteoporosis.

El especialista participó en el congreso de la Sociedad Americana de Reumatología, efectuado en esta ciudad, donde los médicos conocieron los avances de las investigaciones sobre los padecimientos reumáticos.

A lo largo de tres días se realizaron las presentaciones, simposios y exposiciones en salas que contaban con una computadora para cada asistente, e incluso con pacientes que acudieron a la sede del congreso para ser examinados por los galenos.

Con respecto a la espondilitis anquilosante, Reveille aseguró que los afectados reducen en más de 10 años su esperanza de vida con respecto a la población en general; pero también llamó la atención sobre los daños a la calidad de vida provocados por la pérdida de movilidad y el encorvamiento de la espalda que al paso del tiempo los conduce a la discapacidad.

Entre las diversas causas que pueden ocasionar el dolor de espalda, la espondilitis anquilosante representa un tercio del total y de los datos más novedosos presentados a la comunidad médica está que la presencia del gen HLA-B27 está asociado con las enfermedades reumáticas.

Respecto de la espondilitis anquilosante, el gen se encuentra en 90 por ciento de los afectados. Sin embargo, los datos de investigaciones recientes también indican que entre las personas portadoras de esta información genética, apenas 20 por ciento tiene riesgo de desarrollar el padecimiento reumático.

Sin embargo, ante la presencia de infecciones como clamidia (de transmisión sexual) o salmonela, los individuos con el gen HLA-B27 incrementan su riesgo de desarrollar algún tipo de enfermedad artrítica.

Otro dato relevante es que este biomarcador se encuentra con más frecuencia en la población caucásica (7.5 por ciento), comparado con los mexicanos (4.6 por ciento) y los negros (1.1 por ciento). De cualquier manera, advirtió el especialista, es un padecimiento que los médicos debieran tener presente.

La investigación conocida como NHANES, en la que participaron los Centros para el Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, encontró que entre más de 5 mil personas evaluadas, de entre 35 y 49 años de edad, 89 por ciento reportó sufrir dolor lumbar.

El especialista refirió otros datos, según los cuales en los pasados cinco años este problema aumentó cinco veces. Todavía se carece de información puntual sobre las causas, pero es claro, dijo, que es un tema a ser tomado en cuenta por los sistemas de salud.

Ante este panorama, la situación de la espondilitis anquilosante es compleja por la falta de información y lo difícil que resulta obtener el diagnóstico. Reveille destacó que en Estados Unidos la mayoría de los enfermos desconoce que tienen el padecimiento, y por otra parte están los elevados costos de su atención, alrededor de 20 mil dólares por año por persona.