Opinión
Ver día anteriorSábado 5 de noviembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Visiones Sonoras: Morelia-MUAC
E

l pasado fin de semana, el auditorio del MUAC en la zona cultural de Ciudad Universitaria fue anfitrión de uno de los dos conciertos con los que el festival Visiones Sonoras realiza su extensión a la ciudad de México. Con sede en Morelia y dedicado a la exploración de las innumerables interfaces posibles entre la música y las nuevas tecnologías, Visiones Sonoras se ha convertido en un importante referente en este ámbito creativo. He aquí una compacta reseña de lo escuchado esa tarde dominical en el MUAC.

Solo para cinta y electrónica (2011) del mexicano Mario de Vega. Manipulación del material sonoro en tiempo real, a partir de una gestualidad que además de apuntar hacia un concepto de auténtica interpretación, determina cabalmente el resultado de las transformaciones sonoras. El compositor como una especie de DJ reloaded, trabajando con diversos dispositivos periféricos.

Sinus Aestum (2009) del estadunidense Bret Battey. Trabajo audiovisual que a la persistente granularidad de la imagen (abstracta pero no desligada del sonido) opone una continuidad acústica más homogénea y continua. Hay coincidencias motrices y dinámicas entre lo visual y lo sonoro, sin caer en el fácil vicio de mickeymousear.

Noup Tairel (2011) del mexicano Alejandro Mata. Discurso musical electrónico básicamente abstracto, que en algunos de sus puntos de inflexión deriva hacia una especie de tecno muy estilizado, debido sobre todo a fugaces constantes rítmicas que desaparecen tan inesperadamente como aparecieron.

Clinamen (2011), trabajo conjunto del mexicano Juan Sebastián Lach y el italiano Alberto Novello. Claramente, la obra más interesante y mejor lograda de la sesión. Un buen uso dramatúrgico del silencio, sobre todo en los primeros y últimos momentos, se convierte en importante gesto articulador de la pieza. Sutil y diversificado trabajo sobre prolongados ascensos y descensos de registro, logrando efectos acústicos similares a los obtenidos hace años en los trabajos pioneros de Jean-Claude Risset. Complejas texturas inteligentemente superpuestas y una buena espacialización del sonido complementan un discurso que por momentos se aprecia como una versión avanzada del estilo tintinnabuli de cierta música instrumental de Arvo Pärt, pero sin las asociaciones místicas y arcaizantes de la obra del compositor estonio.

Reality Oscillator (2009) del español Víctor Mazón. Semejante en lo general a la obra de Mario de Vega en cuanto a los procesos de transformación sonora en tiempo real. El resultado de tales procesos tiene algo de un ámbito acústico industrial, y el desarrollo de los materiales tiene una interesante lógica estructural.

Yidaki (2006) del vasco Gabriel Erkoreka. Pieza netamente acústica para saxofón barítono, interpretada por Íñigo Ibaibarriaga. Solo un poco de amplificación neutra para esta potente e imaginativa extrapolación de la sonoridad del mítico didjeridoo de los aborígenes australianos, conocido también como yidaki. Vasta exploración de modos de producción sonora y técnicas extendidas en la que es claramente perceptible una continuidad formal generada a base de motivos y trazos melódicos.

IN-X (2011) de la compositora vasca Zuriñe F. Gerenabarrena. Obra para saxofón barítono y electrónica, protagonizada de nuevo por Íñigo Ibaibarriaga. La intención ostensible de la pieza es la de erigirse en un ensayo sobre la gestualidad en la interpretación musical. La meta fijada se logra particularmente en los momentos iniciales de la obra, aunque más tarde se diluye con la presencia de elementos escénicos puntualmente anecdóticos. Aquí, como en la obra de Erkoreka, el registro grave del saxofón barítono se muestra como un mundo lleno de fascinantes posibilidades sonoras.

En contraste con lo que suele ocurrir en Visiones Sonoras en Morelia, el MUAC recibió a un público mucho menos numeroso y menos entusiasta. Tal estado de cosas todavía puede ser enmendado mañana domingo 6, a las 16:30 en el MUAC, en el segundo concierto del festival en la capital. Muy buena oportunidad para calibrar algunos de los alcances de lo más reciente en artes sonoras.