Brasil, 25 de octubre. Un estudio sobre el trabajo esclavo en Brasil, presentado este martes por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), revela el drama que afecta a miles de pobres, pese al empeño del gobierno en combatirlo. Entre 1995 y la actualidad, más de 40 mil trabajadores fueron rescatados en Brasil en condiciones análogas a la esclavitud, informa el estudio, que analiza esa situación en el área rural del país e incluye 121 entrevistas a quienes fueorn liberados entre 2006 y 2007.

Constatamos que 59.7 por ciento de los entrevistados ya habían pasado por lo menos por una de esas situaciones, y volvieron a caer en las mismas condiciones de trabajo esclavo por falta de opciones, señala.

Las características de los empleadores entrevistados guardan estrecha relación con los trazos generales de las élites y grupos dominantes de Brasil: son principalmente hombres, blancos, con estudios y procedentes del sureste rico, resume el estudio.

Los trabajadores son mayoritariamente hombres negros, que comenzaron a trabajar siendo niños, originarios del noreste pobre y con bajísima escolaridad. El estudio explica el rol del gato, el intermediario que consigue la mano de obra y que inicialmente se presenta como un portador de oportunidades.

Al llegar al sitio de labores, los empleados son sorprendidos con situaciones completamente diferentes a las prometidas. En ese momento se les informa que ya están debiendo, señala el estudio. Son obligados a pagar con su labor por la comida, el hospedaje y herramientas, y difícilmente consiguen ganar el dinero necesario.

Muchos son forzados a vivir en barracas de techo de lona, sin agua potable, sin instalaciones sanitarias, y a trabajar en jornadas largas y agotadoras. Y se ven impedidos de abandonar el lugar, por la fuerza o porque está ubicado en áreas remotas.