Economía
Ver día anteriorSábado 22 de octubre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

Fue una reunión cordial que va en la buena dirección, dicen sobre el encuentro

El nuevo presidente de Sacyr ofrece a Repsol romper su alianza con Pemex
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 22 de octubre de 2011, p. 26

Madrid, 21 de octubre. El futuro de la alianza de sindicación de acciones en Repsol entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y la constructora Sacyr pende de un hilo. El primer encuentro del sustituto del defenestrado Luis del Rivero como presidente de la constructora española, Manuel Manrique, sirvió para que éste le ofreciera al director de la petrolera, el catalán Antonio Brufau, la ruptura del acuerdo con la paraestatal mexicana, que se podría llevar a cabo en los próximos días. De hecho la operación ya fue dada por muerta por numerosos analistas financieros y medios de comunicación económicos españoles, que hablan de días para el anuncio de la ruptura.

Luis del Rivero era hasta ayer el presidente de Sacyr y el principal estratega de la operación coordinada con Pemex para hacerse con el control ejecutivo de Repsol, a través de un acuerdo hecho público el pasado 29 de agosto en el que acordaron la sindicación de sus acciones y la compra por parte de Pemex de 4.8 por ciento más de la empresa, para sumar entre las dos 29.8 por ciento. Pero la operación fue muy cuestionada por el sector empresarial e importantes líderes políticos, que criticaron tanto el método como el objetivo, así como la presencia de una empresa estatal, Pemex, que invirtió mil 600 millones de dólares en la operación.

El resquebrajamiento de la operación se precipitó con la destitución de Del Rivero como presidente de Sacyr, después de cuatro consejos de administración en menos de diez en los que no logró convencer a sus principales socios y accionistas de las supuestas bondades de una operación que había despertado la animadversión hacia Pemex y Sacyr del resto de consejeros de Repsol, incluida la influyente CaixaBank. Además de ser señalado como el principal responsable de la desastrosa situación financiera de la constructora, que tiene una deuda superior a los 11 mil millones de euros.

Sacyr está ahora gestionado por Manrique, antes consejero delegado, y por los dos vicepresidentes críticos con Del Rivero, Juan Abelló y Demetrio Carceller, quienes han mostrado abiertamente sus reticencias a la alianza con Pemex y han cuestionado el intento por controlar Repsol al margen del actual equipo directivo. De hecho la primera actividad de Manrique como nuevo presidente de Sacyr fue pedir un encuentro con Brufau, en la sede de Repsol y ondeando la bandera blanca de no agresión.

Según pudo saber La Jornada de al menos dos fuentes que pidieron mantener el anonimato, pero que conocen de primera mano lo que ocurrió en ese encuentro, Manrique habría ofrecido a Brufau la ruptura de la alianza con Pemex, como gesto de buena voluntad para recuperar la paz en Repsol tras la batalla abierta desde el consejo de administración del pasado 29 de septiembre, en el que por primera vez en la historia de la empresa se solicitó a dos socios -Sacyr y Pemex- a que rompieran su alianza y a que garantizaran que sus intenciones no suponían una amenaza a los intereses de la empresa. Además de abrirles sendos expedientes de investigación, como paso previo a su expulsión, por haber incurrido en un supuesto conflicto de interés permanente. Según la versión extraoficial del encuentro, la ruptura del acuerdo entre Sacyr y Pemex se hará pública en los próximos días. Incluso algunos medios informativos, como Expansión y Cinco días, sugieren que Sacyr se está planteando vender la mitad de su participación en Repsol, con lo que pasaría de tener un 20 a un 10%. Lo que también dejaría sin fundamento el acuerdo con Pemex.

La versión oficial tanto de Repsol como de Sacyr fue que el encuentro fue cordial y en la buena dirección para la recuperación de la paz después de una batalla empresarial de altos vuelos que, hasta la fecha, sólo se ha saldado con una víctima: Del Rivero, el aliado de Pemex y a quien señalan como el estratega del fallido asalto en Repsol, cuyo director, Brufau, se encuentra más fortalecido que nunca en el cargo.