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La autoridad, incapaz de ver el momento histórico para cambiar la educación: Vallejo

Casi 300 detenidos en otra jornada de protestas en Chile

Imposible, la gratuidad total, sostiene líder derechista tras reunirse con el presidente Piñera

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Dispersión de manifestantes que exigen educación pública gratuita y de calidad en calles de SantiagoFoto Ap
Corresponsal y agencias
Periódico La Jornada
Jueves 20 de octubre de 2011, p. 23

Santiago, 19 de octubre. Cientos de miles de estudiantes chilenos volvieron a protestar hoy en las calles de Santiago y otras ciudades del país en reclamo de educación pública gratuita, en el segundo día de un paro nacional de 48 horas que al finalizar derivó en incidentes de violencia entre encapuchados y la policía, con saldo de 263 detenidos y una decena de uniformados lesionados.

Líderes del movimiento estudiantil se declararon satisfechos con la jornada de este día, que según medios de prensa aglutinó a unos 60 mil manifestantes contra 25 mil que sumó el gobierno derechista de Sebastián Piñera. Pero en esta danza de las cifras, la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) y el Colegio de Profesores afirmaron que 300 mil personas marcharon en el país.

La lucha que estamos dando no es fácil. El gobierno nos ha cerrado la puerta, no quiere escuchar, no es capaz de ver la situación que vive Chile: un momento histórico para hacer cambios estructurales en la educación, declaró la dirigente estudiantil Camila Vallejo. Agregó que quizás ésta no sea una lucha de este año, sino que tendrá que continuar, por lo cual habrá que trabajar para articularla socialmente.

Puntualizó que el gobierno tiene que ser capaz de abrirse a las demandas y recomendaciones de los organismos internacionales que apoyan mayores presupuestos en educación, incluso a la posibilidad de que venga un relator de Naciones Unidas. Vallejo destacó que el gobierno debe saber que el problema no son los encapuchados, sino ellos (las autoridades) y sus durezas.

El gobierno de Piñera prometió hacer un mayor esfuerzo en la búsqueda de una solución a la demanda de una educación pública gratuita y de calidad para la mayoría de los universitarios, no obstante que el diálogo con el movimiento estudiantil se rompió.

El vocero gubernamental, Andrés Chadwick, dijo que se trabajará con senadores y diputados en la comisión que se ha formado en el Congreso, junto con el ministro de Educación, Felipe Bulnes.

Pero el líder del derechista Partido Renovación Nacional (RN), senador Carlos Larraín, tras reunirse con Piñera y senadores oficialistas, insistió en que la gratuidad total no es posible.

Representantes empresariales, entre ellos el de los exportadores, Roberto Fatuzzi, instaron la víspera a las autoridades a emprender una reforma tributaria que contribuya en mejoras sociales.

Los estudiantes y profesores han hecho énfasis en una reforma fiscal para financiar la educación, en tanto que el Congreso de mayoría opositora se apresta a analizar esa propuesta con motivo de la discusión del presupuesto 2012.

En ese contexto, dos multitudinarias marchas en Santiago convergieron este día frente a la Universidad de Chile. Sin embargo, las protestas culminaron con grupos de manifestantes que se enfrentaron con la policía, a la que arrojaron palos, piedras y botellas frente a una respuesta de gases lacrimógenos y chorros de agua. Los encapuchados volvieron a levantar barricadas y fogatas, tensando la situación.

El alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, expresó su preocupación por los nuevos incidentes de violencia y lo que consideró como una extensión del conflicto estudiantil y la poca posibilidad de diálogo. A su vez, la intendencia metropolitana interpuso una querella por el autobús quemado en el primer día del paro por encapuchados, apelando a la Ley de Seguridad del Estado.

El líder estudiantil Camilo Ballesteros calificó de populista la decisión del gobierno de aplicar la citada ley para quedar bien con ciertos sectores.