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Deben ser vistas como disciplinas funcionales no sólo como datos, dicen

Ciencia y tecnología, bases de las economías competitivas del siglo XXI, afirma experta
 
Periódico La Jornada
Miércoles 5 de octubre de 2011, p. 44

Los estados deben transformar el paradigma en la enseñanza de las ciencias, a fin de que no sean vistas como datos, sino como disciplinas funcionales para la vida cotidiana, señalaron especialistas –nacionales e internacionales– en la materia. Criticaron que en el país la inversión en estos rubros continúe siendo de las más bajas a escala internacional.

Durante el simposio La ciencia y la educación en el siglo XXI, organizado por la UNAM, Marie Levens, del Departamento para el Desarrollo Humano, Educación y Cultura de la Organización de Estados Americanos, subrayó que ciencia y tecnología son los cimientos de las economías competitivas del siglo XXI.

La experta aseveró que una de las formas de incrementar el desarrollo científico y tecnológico es impulsar una ciencia de acceso para todos, con el propósito de impulsar el desarrollo humano, y que haga que la juventud sea creadora de oportunidades y agente del cambio social.

Convocó a cambiar el sistema de enseñanza de la ciencia para niños y jóvenes. Actualmente una persona enseña a muchos, existe una vía única y la misma medida para todos; por lo que propuso que la transmisión del conocimiento se dé por múltiples vías y con el aprendizaje personalizado.

Rosaura Ruiz, directora de la Facultad de Ciencias de la UNAM y ex presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias, lamentó la baja inversión en ciencia, tecnología e innovación, y alertó que de seguir con el mismo ritmo de gasto, el uno por ciento del PIB para el sector –que por ley se tenía que haber logrado en 2012– se alcanzará no antes de 2042.

Indicó que desde 2001 México decidió destinar grandes cantidades de presupuesto al desarrollo tecnológico dentro de las empresas, en principio con estímulos fiscales, y a partir de 2009 con recursos directos. Hasta 2008, resaltó, el Estado ha gastado 18 mil millones de pesos en estos programas. Inversión que no se ve reflejada en innovación. La ciencia básica nunca ha visto cantidad semejante, México sólo destina a ese sector un promedio de 800 millones de pesos.

Luis Felipe Rodríguez, del Centro de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM, resaltó que la ciencia sólo se aprovechará en el país cuando se sustituya el modelo educativo de memorización. Consideró que la ciencia debe estar presente en la formación de los ciudadanos del siglo XXI.

Alejandro Frank, coordinador del simposio y director del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, subrayó que es urgente que los académicos incidan en la definición del rumbo en la materia en el país. Brasil ha emprendido un ambicioso proyecto de educación e investigación científica y en México no hay un plan para cambiar las perspectivas. Desde el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, se han invertido 10 mil millones de dólares adicionales para la educación superior, dijo.