Sin admitir derrota final a pesar de todos los golpes, los campesinos e indígenas de México han pasado de la prioridad de la lucha por la tierra a la de la lucha por el control de los procesos productivos, dijo el historiador Enrique Semo al comentar uno de los aportes del nuevo libro de la investigadora Leticia Reina.

Confrontados con el agotamiento de viejas demandas pasan a nuevas, de viejas formas de organización, a nuevas, agregó Semo en referencia a, por ejemplo, las creativas formas de resistencia, comunicación y articulación con sus pares en el mundo, en un texto enviado a la presentación de Indio, campesino y nación en el siglo XX mexicano. Historia e historiografía de los movimientos sociales (Siglo XXI Editores).

Semo también planteó: El periodo actual de México no debe engañarnos; después de la victoria de los explotadores vendrán nuevas luchas de los trabajadores. El que tiene esta visión nunca desespera.

Realizada en la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en el centro de Tlalpan, en el acto participaron además la autora y los investigadores Romana Falcón y Carlos San Juan Victoria, moderados por Inés Herrera.

Triunfo a medias

“Leticia Reina –abundó Semo– ha logrado un verdadero milagro. Ha concebido una apretada revista de las corrientes e ideas de los últimos años sobre tres problemas fundamentales de nuestra sociología y de nuestra historia contemporánea: las luchas y las expresiones políticas de los campesinos, el indígena como sujeto de la historia y la relación de éstos dos con la construcción y deconstrucción de la nación mexicana.”

Entre sus conclusiones tras la lectura de dicho libro, planteó que “los campesinos hicieron la Revolución de 1910 contra los hacendados, deslindadores, caciques, intermediarios y usureros del campo. Y que éstos nunca se dieron por derrotados, nunca dejaron de luchar. Los campesinos tuvieron que prolongar muchos años sus luchas para un triunfo a medias.

La historia de la humanidad y de México es así. Los trabajadores nunca dejan de luchar, cada derrota sirve para iniciar una nueva lucha, y los explotadores son tan empecinados como ellos, que tampoco dejan nunca de luchar e intentan transformar cada derrota en victoria.

Leticia Reina durante la presentación de su trabajo Indio, campesino y nación en el siglo XX mexicanoFoto Carlos Cisneros

Trabajo sin ataduras

Por su parte, Romana Falcón, en una larga exposición, comentó que Indio, campesino y nación en el siglo XX mexicano es un libro sui géneris, de muchas preguntas y amplia concepción, pese a su brevedad. Es una síntesis de Reina hecha con mucho tiempo, esfuerzo y una larga trayectoria de investigación.

No tiene, agregó Falcón, ataduras de tiempo ni de espacio, como suele suceder con otras investigaciones. Es además una historia del país, y eso es muy difícil de lograr, pues, aunque se centra en el siglo XX, hace referencias a la Colonia, al XIX, al presente, e intenta avizorar el futuro.

Tras hablar de la exclusión contundente de los indígenas de los proyectos de nación en la historia de México, comentó también su capacidad de organizarse, manifestarse y plantear demandas.

Carlos San Juan reconoció varios aportes del libro de Leticia Reina y reflexionó acerca de asuntos como el mito del mestizaje en un país fundamentalmente indígena.

Por ello, tras referirse a la validez de la visión del tiempo circular, recordó que durante la Colonia los pueblos indígenas contaban con una base jurídica que les daba amplios márgenes de movilidad local.

En el siglo XIX, continuó, ese reconocimiento se rompió, y durante el XX la lucha fue por la recuperación de derechos. Y en el siglo XXI, concluyó, el Estado sigue sin reconocer lo que sí reconocía la corona española.

Ahora existen varios derechos, agregó, pero no reconocimiento a su territorialidad, que es la principal demanda de los pueblos indígenas en el presente. Las luchas subalternas necesitan cristalizar en el Estado, dijo.

En su participación, la investigadora Leticia Reina dio las gracias y contó las circunstancias y aventuras de que ¡una especialista en el siglo XIX se atreviera a intentar una visión de conjunto del siglo XX! Y entre otros motivos personales, académicos e históricos, mencionó el levantamiento zapatista de 1994 desde Chiapas.