Sociedad y Justicia
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Debe seguir fiel a su doctrina, no puede llevarse por las nuevas modas de la sociedad, dice

Benedicto XVI descarta reformas que pudieran modernizar a la Iglesia católica

Concluye su primera visita oficial a Alemania con una misa al aire libre ante 100 mil personas

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Georg Gaenswein, secretario general del Papa, carga a un niño alemán para que sea bendecido por el pontífice, a su llegada a una misa masiva en el aeropuerto de Friburgo, al noroeste de AlemaniaFoto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Lunes 26 de septiembre de 2011, p. 40

Friburgo, 25 de septiembre. El papa Benedicto XVI concluyó hoy su primera visita oficial a Alemania con un discurso en el que volvió a apelar a la fe y descartó emprender reformas dirigidas a modernizar la Iglesia católica.

En una alocución teológica-filosófica en la sala de conciertos de Friburgo y ante cientos de católicos comprometidos, el pontífice insistió en que la Iglesia no tiene que adaptarse al presente y no puede dejarse llevar por las nuevas modas de la sociedad, sino seguir fiel a su doctrina y mensaje.

Además, aprovechó su último discurso público para hablar del doloroso escándalo de quienes predican la fe, en referencia directa a los abusos sexuales del clero que en los años recientes costó a la Iglesia católica alemana la pérdida de miles de fieles.

Según dijo, ese doloroso escándalo de quienes predican la fe enturbia el mensaje real de la Iglesia y no puede permitirse. Así lo manifestó también en el encuentro que mantuvo el viernes por la noche con cinco víctimas, todas antiguos alumnos de instituciones educativas católicas en Alemania.

El Papa, que en todo momento reiteró su mensaje continuista con la doctrina tradicional católica, insistió en la crisis de fe que vive el mundo occidental, y subrayó que los católicos tienen que seguir ligados a la Iglesia para poder crecer.

También en la misa que hoy celebró al aire libre ante más de 100 mil personas en el aeropuerto de Friburgo, Joseph Ratzinger pidió a la Iglesia católica alemana lealtad al Vaticano para continuar siendo una bendición para la comunidad mundial, al tiempo que demandó a las comunidades católicas que se mantengan unidas y busquen nuevos medios de devolver la fe a quienes se alejaron de la Iglesia.

El pontífice apremió a los fieles a renovar su fe y su alegría, les pidió más energía y les recomendó dejarse contagiar por la alegría de la fe de las jóvenes iglesias en el mundo.

El papa culminó esta visita a su país natal, la tercera desde su elección como pontífice en 2005, pero la primera como jefe de Estado, con el encuentro en Friburgo con católicos comprometidos y con una reunión con magistrados del Tribunal Constitucional alemán.

Mientras, en el Vaticano, el portavoz Federico Lombardi desmintió versiones del diario italiano Libero acerca de que Benedicto XVI estaría estudiando la posibilidad de dimitir cuando cumpla 85 años de edad, en abril próximo, pues teme no poder asumir el peso de su carga.

Lombardi aseguró que el Papa está bien. Está haciendo un viaje muy intenso, y desde el punto de vista de la salud, este viaje es un verdadero éxito.

El Papa visitó una Alemania donde la doctrina eclesiástica –como el celibato del clero, la homosexualidad, la prohibición de que las mujeres accedan al sacerdocio y el uso de los contraceptivos y otras prácticas que limitan la procreación– es muy criticada.