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Inestabilidad Financiera
La economía mundial entró en una zona de peligro: BM

Las perspectivas son sombrías y pueden empeorar, advierte Zoellick

La crisis de Europa y EU se puede contagiar a los países en desarrollo

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Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, y Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, ayer en la reunión anual de esos organismos en WashingtonFoto Reuters
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Periódico La Jornada
Viernes 23 de septiembre de 2011, p. 32

Washington DC, 22 de septiembre. La economía mundial entró en una zona de peligro. Los riesgos no son sólo para las naciones avanzadas, afectadas por el aumento de sus deudas públicas. Para los países en desarrollo, que después de tres años desde que estalló la crisis han aportado la mayor parte del crecimiento en el planeta, las perspectivas son sombrías y pueden empeorar, aseguró Robert B. Zoellick, presidente del Banco Mundial (BM).

Este jueves, mientras las pizarras de los mercados bursátiles de todo el mundo se teñían del rojo de las pérdidas, el BM y el Fondo Monetario Internacional (FMI) alertaron que la crisis en los países de Europa y Estados Unidos se puede convertir también en una crisis para las naciones en desarrollo, grupo del que México forma parte.

“El mundo está en una zona de peligro. En 2008 –cuando comenzó la mayor recesión en seis décadas– mucha gente dijo que no veía que se aproximaba una turbulencia. Los líderes mundiales no tienen pretexto ahora”, afirmó Zoellick, un día antes de que responsables del manejo de las economías de 187 países se reúnan en esta ciudad.

La opinión fue compartida por Christine Lagarde, directora gerente del FMI, en su primera aparición en ese puesto en una reunión anual del organismo. Estamos en una situación en la que el crecimiento de la economía mundial se ha desacelerado. La recuperación que estaba en curso se debilitó y eso representa claramente un riesgo desde una perspectiva económica y social, porque menos crecimiento equivale a menos empleos, sostuvo la ex ministra de finanzas de Francia.

Zoellick y Lagarde hablaron de una falta de decisión política en los países avanzados para realizar acciones que ataquen las fuentes de desequilibrio económico y financiero: el déficit fiscal, en el caso de Estados Unidos; la deuda pública de algunos países, en Europa, y la capitalización de los bancos europeos que son acreedores de esas naciones.

Lagarde lo consideró un asunto de liderazgo. Las soluciones técnicas para reducir el déficit estadunidense o estructurar las deudas europeas y mejorar el balance de los bancos acreedores existen, dijo. El entendimiento económico de los problemas, también, añadió. Existen desacuerdos sobre la forma en que el déficit debe ser reducido, si con mayores impuestos o recortes al gasto. Hay una serie de herramientas que, dijo, son bien conocidas.

Lo que es necesario, y es lo que esperamos generar en esta reunión, es el liderazgo político y el grado de sincronización necesarios para que se comience a andar el camino de la recuperación, sostuvo Lagarde.

En este mismo marco de la reunión anual de los dos organismos financieros internacionales, Zoellick puso sobre la mesa el riesgo que enfrentan los países en desarrollo de ser afectados por la crisis económica y financiera que atraviesan los países avanzados.

Las naciones en desarrollo han hecho un importante aporte al crecimiento de la economía mundial desde que comenzó la recesión en la segunda mitad de 2008, mientras Europa, Japón y Estados Unidos se enfrentaban a elevados niveles de deuda y desempleo, apuntó Robert Zoellick.

Mientras los países desarrollados tropiezan, la situación para los países en desarrollo puede empeorar. Desde agosto hemos visto que aumenta el costo de sus deudas públicas, sus mercados de capital (accionarios) declinan, al igual que los de países avanzados, y disminuyen los flujos de capital que reciben, planteó el presidente del Banco Mundial.

Una eventual disminución en las exportaciones de los países en desarrollo (que dependen de la capacidad de consumo de las ahora debilitadas economías avanzadas), se mantiene como una preocupación, dijo Zoellick.

Los retrocesos en los mercados financieros y la disminución de la confianza entre los agentes económicos pueden afectar la inversión en los países en desarrollo y convertirse en un obstáculo para sus consumidores. Una disminución en la demanda interna de los países en desarrollo significa que podemos perder su impulso económico, que es el que ha conducido la recuperación de la economía mundial, advirtió.

Zoellick añadió: Todavía creo que una nueva recesión de la economía mundial, después de la observada en 2009, es improbable. Pero mi confianza se erosiona cada día.

Entre algunos de los grandes inversionistas hay poca duda de que el mundo se encamina hacia una nueva recesión. Lo dijo, en un debate organizado por la BBC en el marco de esta reunión, Mohamed El-Erian, presidente de Pacific Investmen Management Co, uno de los mayores fondos de inversión del mundo.

El mundo está en la antesala de una nueva recesión, aseguró El-Erian durante el debate, en el que estuvo presente Christine Lagarde.