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Hizo el papel del pequeño Tom en La hora de los niños, proyectado en el Museo del Chopo

Exhiben filme donde Beba Pecanins, de pequeña, actuó dirigida por Ripstein

La artista tenía que hacer escenas largas en las que nada ocurría, sólo el tiempo, rememoró el cineasta

La cinta permaneció en el olvido durante décadas y fue descubierta hace cuatro años

Foto
Ana María Beba Pecanins (1961-2009), en una escena de la película rodada en 1969Foto María Meléndrez Parada
 
Periódico La Jornada
Viernes 23 de septiembre de 2011, p. 5

Después de permanecer en el olvido durante décadas y ser descubierta hace casi cuatro años en una bodega, la película La hora de los niños, 1969, de Arturo Ripstein –donde actúo la artista Ana María Beba Pecanins, fallecida en 2009–, fue proyectada la noche del miércoles en el Museo Universitario del Chopo.

En una entrevista grabada y exhibida antes de comenzar la película, Ripstein recordó que la entonces niña se aburría y fastidiaba durante la filmación de esa historia, escrita por Pedro Miret.

Al lado de la Beba Pecanins (en el papel del niño Tom), el reparto se completó con Carlos Savage (payaso), Marta Zamora (madre) y Carlos Nieto (padre), con la asistencia en la dirección cinematográfica de Jorge Fons y la producción del propio Ripstein con el llamado cine independiente de México.

El transcurrir del tiempo

En escenas que se prolongan en largos y estáticos lapsos, Arturo Ripstein exhibe el transcurrir del tiempo con tan sólo cuatro personajes.

La historia narra la salida de los padres de Tom, quienes para no dejarlo solo contratan un payaso que cuide al niño. A lo largo del filme –en blanco y negro– se observa a un mimo negligente y grotesco, así como a un pequeño que únicamente busca un poco de atención.

El tiempo trascurre y el impaciente payaso sólo exige al niño que se le pague por su tiempo perdido, mientras los padres continúan ausentes.

Para esa película, Ripstein definió primero el concepto sobre el cual se basaría y finalmente determinó que sería a propósito de la sensación física del paso del tiempo.

Después, mencionó el productor, la estructura surgió sola y las partes que la conforman cayeron en su lugar, como, en este caso, fue la idea de cómo pasa el tiempo.

Sobre la actuación de Beba Pecanins, rememoró Arturo Ripstein, tuve que convencerla y le dije que ese papel era importantísimo para su vida. A lo cual la niña respondió –dijo el productor entre risas–, cuánto me pagas.

Como el presupuesto era limitado le ofrecí que le compraría una bicicleta, lo cual no hice y con el paso de los años “la Beba siempre estuvo recordándome sobre ello”.

Durante el rodaje, al cual Luis Buñuel asistió varias veces, Ripstein manifestó que para la niña Pecanins fue una tarea difícil, debido a que era una película densa, lenta, y además ella tenía que hacer escenas largas en las cuales no pasaba absolutamente nada, sólo el tiempo. Y una película donde no pasa nada, aclaró Ripstein, es difícil de digerir.

La proyección de La hora de los niños se realizó en el contexto de la muestra La Reina Roja: homenaje a Beba Pecanins (1962-2009), la cual reúne 121 máscaras, 38 pinturas, 17 ensambles y 10 dibujos, de quien dejó inconcluso este proyecto metáforico con la participación de mujeres relevantes.

Ayer se efectuó la mesa redonda titulada La reina roja: del sarcófago al museo, con la participación de Carmen Gaitán, Adriana Malvido y Alma Rosa Jiménez, entre otros invitados.