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El hombre del 11/11/11

Centenario Matta: 11-11-11, retrospectiva con más de 100 obras, se inaugura en noviembre

El museo Rufino Tamayo presta Justified sinner para muestra conmemorativa en Chile

Varios países dedican actividades para recordar el nacimiento del pintor, Príncipe de Asturias 1992

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El óleo Justified sinner (1952) fue adquirido por Rufino y Olga Tamayo, quienes finalmente lo donaron al museo que lleva el nombre del pintor mexicanoFoto Archivo
 
Periódico La Jornada
Lunes 12 de septiembre de 2011, p. a11

Con la finalidad de conmemorar el centenario del pintor surrealista Roberto Matta (1911-2002), el museo Rufino Tamayo prestó el cuadro Justified sinner (Pecador justificado, 1952), del artista chileno, perteneciente a su acervo, para la exposición antológica que organiza el Centro Cultural Palacio de la Moneda en Santiago de Chile.

La muestra Centenario Matta: 11-11-11, de más de 100 obras, 80 por ciento de ellas de acervos extranjeros, será inaugurada el próximo 11 de noviembre, fecha del cumpleaños del pintor.

Realizado al óleo, Justified sinner fue adquirido por Olga y Rufino Tamayo, quienes lo donaron al museo que lleva el nombre del artista mexicano junto con toda su colección.

Este 2011 es el Año Matta, como anunció Luciano Cruz-Coke, ministro de Cultura de Chile, con ocasión del aniversario 99 del pintor, acompañado por Germana Matta, viuda del también arquitecto, escultor, ceramista y escritor, que asimismo es presidenta del Comité Centenario Matta. La mayoría de las actividades se concentran en su país natal, pero las hay en otras partes del mundo.

Aquí, en el pasado Festival Internacional Cervantino, en Guanajuato, se mostró una treintena de sus trabajos con el título Visiones mágicas: obras en papel.

La primera actividad del año fue el Festival de las Artes de Valparaíso, el pasado enero, aunque en 2008 Correos Chile lanzó la serie postal Flormatta, compuesta por tres imágenes representativas de su obra: las pinturas Espejo de Cronos, Foyer du moi y Enseñar la eternidad, con tiraje de 150 mil unidades.

Michelle Bachelet, entonces presidenta de Chile, dijo en su momento: Este hombre, no contento con haber nacido el 11 del 11 de 1911, se fue de Chile a los 22 años, o sea, en el año 33, y en Europa se convirtió en un verdadero mito.

Como parte de la programación se incluye un concurso en el que podrán participar todos los chilenos nacidos un 11 de noviembre, quienes deberán contar su vida en 11 viñetas, como hizo el artista en su Auto-elasto-infra-biografía.

Viraje estético en Nueva Yok

Pero, ¿quién fue Roberto Matta? Si estudió arquitectura en la Universidad Católica de Chile, fue porque era la disciplina tradicional más cercana al arte. Complementó sus estudios con trabajos vinculados a la estética. Casi todos sus cuadros de esa época están extraviados.

Matta realizó planos arquitectónicos basados en desnudos femeninos. Según su paisano, el pintor y grabador Nemesio Antúñez, en esos trabajos “presentaba la curva de la espalda en un plano donde proyectaba el living y el comedor; la cabeza era una terraza con vista al mar, los muslos encogidos eran dormitorios y los pies juntos eran los baños”.

Esas ideas eran bien acogidas por sus profesores, quienes lo consideraban un alumno con gran imaginación.

Tras titularse como arquitecto, Matta partió a Europa. Mientras trabajaba como dibujante en el estudio de Le Corbusier, viajó con frecuencia a España, donde entabló amistad con Federico García Lorca, quien le dio una carta de introducción para buscar a Salvador Dalí y a André Breton. Este último, al evaluar su trabajo, lo estimuló introduciéndolo en el círculo de los principales integrantes del surrealismo en París. Matta produjo ilustraciones y artículos para el periódico surrealista Minotaure.

Como la situación política en Europa se complicaba, Matta partió para Nueva York en 1938, año en que pasó del dibujo a la pintura al óleo. Allí, de 1938 a 1948 creó algunas de sus mejores obras. Desempeñó un papel crucial en el desarrollo del expresionismo abstracto al influir en sus contemporáneos, como Gorky, Pollock, De Kooning, Rothko y Motherwell.

En 1945, Matta cambió de la abstracción al arte figurativo. Sus pinturas habían sido dominadas por su fascinación con estados interiores de conciencia; ahora se sintió impulsado a pintar lo que sucedía en el mundo exterior. Tal viraje fue inspirado en gran medida por su posición ante las atrocidades de la guerra.

Matta regresó a Europa en 1948. Vivió en Roma, Londres y París, y viajó a Chile, Perú, México y Cuba. En 1992 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y tres años después el Praemium Imperiale. El 15 de septiembre de 2008, su óleo Allende: de la muerte a la vida (1973-74) fue donado por su viuda y albacea al Museo Salvador Allende de Santiago de Chile.