La estricta formación militar no impidió que Damaris Rivera contuviera el llanto cuando sus familiares corrieron hasta ella para felicitarla, por ser una de las graduadas de la primera generación de mujeres egresadas del Heroico Colegio Militar (HCM) en sus casi 200 años de existencia.

Fueron cuatro años de preparación para ella y otras nueve jóvenes, todas menores de 23 años, quienes junto con 292 varones culminaron este sábado sus estudios en la carrera.

Lloro de emoción. Ellos (su familiares) son quienes más me han apoyado. Obtener este triunfo después de cuatro años me provoca un nudo en la garganta, porque alcancé un sueño: colaborar con mi patria. Para mí representó un reto, porque es la primera ocasión que entramos mujeres y no fue sencillo, aseguró la joven, originaria de Cuautla, Morelos.

En la ceremonia de graduación de 301 cadetes en diversas especialidades de las armas e intendencia, de la licenciatura en ciencias militares, el general Sergio Alberto Martínez Castuera, director del HCM, llamó a los egresados a mostrar su compromiso luchando contra el narcotráfico.

Nuestros jóvenes oficiales conducirán a sus tropas a la contención de las actividades ilícitas que buscan permear a la sociedad civil pretendiendo corromperla. Son 301 oficiales preparados para cumplir con lealtad y firmeza las decisiones contundentes adoptadas por nuestro comandante supremo (Felipe Calderón), con el propósito de aniquilar el flagelo que representa para nuestro país el narcotráfico, que perturba el desarrollo social, amenaza la seguridad pública y frena el crecimiento de nuestra nación.

El militar los exhortó a conducirse con apego al marco legal y respeto a los derechos humanos al cumplir su deber, pues ello contribuirá a mantener la confianza y respeto que el pueblo de México nos otorga.

En la ceremonia, que se realizó en las instalaciones del HCM al sur de la ciudad de México y que fue encabezada por el subsecretario de la Defensa Nacional, general Carlos Demetrio Gaytán Ochoa, los dos jóvenes con los mejores promedios de aprovechamiento recibieron reconocimientos e insignias de manos del embajador de Cuba en México, Manuel Aguilera, así como de los agregados militares de las embajadas de Chile, Argentina, Perú, Venezuela, El Salvador, Estados Unidos y España.

Aun cuando intentó aparentar un gesto sereno, Yadira Suárez, otra de las graduadas, no pudo ocultar su felicidad al haber alcanzado el objetivo que se propuso hace algunos años, cuando aún vivía en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

Entré al Ejército porque siempre he admirado su labor en favor del país. Para mí, terminar esta carrera es un paso muy importante. Fueron cuatro años muy pesados, pero a la vez muy bonitos, relató la joven, de 21 años, para quien lo más difícil no fueron los entrenamientos, sino haberse separado de su familia.

Los padres de Esmirna Quebrado viajaron de Guerrero para presenciar la graduación de su hija, de 22 años, como subteniente intendente del HCM. Al verlos, la muchacha no pudo contener sus emociones. Abrazos, lágrimas y muchos besos fueron parte del rencuentro.

Para mí es un gran logro, porque dediqué mucho tiempo, esfuerzo y sacrificios. Haberlo conseguido es grandioso. Ahora, como mando militar, podré desempeñarme como apoyo logístico o apoyando a la población.

Al hablar en nombre de los graduados, Rey Arturo Jiménez llamó a sus compañeros a extender las alas y volar por la difícil ruta de la carrera militar.