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El pintor suizo realiza una pintura-instalación en CaSa, en el simposio Mundo, arte y muerte

Para Vetter, cada vez es más difícil crear una imagen verdadera y poderosa

Halló coincidencias entre su pintura y Heidegger, como la dualidad presencia/ausencia

Foto
Después de haber caído en una crisis, de saber que tenía que cambiar algo, el artista decidió deshacerse del color y sólo emplear el blanco y negroFoto Ezequiel Leyva
Enviada
Periódico La Jornada
Domingo 4 de septiembre de 2011, p. 3

San Agustín Etla, 3 de septiembre. La pérdida de la imagen y la posibilidad de que la pintura aún suceda, son los ejes en torno a los cuales trabaja el pintor suizo Christian Vetter (Zurich, 1970), quien realizó una pintura tipo instalación como parte del simposio internacional Mundo, arte y muerte. Sobre la determinación de Martin Heidegger del lugar del arte moderno en el pensamiento del Ereignis, que se efectúa en el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa), Etla, Oaxaca.

Para Vetter, aunque estamos rodeados de imágenes, cada vez es más difícil crear una imagen verdadera y poderosa. Reconoce que hay muchas maneras de pintar, sin embargo, relaciona la pérdida de la imagen con el lenguaje: “La pintura, para mí, es lenguaje, una manera de pensar. Para mí, un verdadero lenguaje tiene que poder decir las cosas de nuevas maneras. No podemos sólo repetir lo que antes han dicho otros.

No puedo repetir una pintura hecha anteriormente y mucho mejor que yo. Adoro las pinturas del renacimiento, y me impresiona también la tradición mexicana pictórica, pero en lo que a mí respecta tengo que encontrar un nuevo lenguaje, una nueva manera de pintar algo real y no sólo un producto.

La participación de Vetter en el simposio nació de una exposición que tuvo en la ciudad alemana de Esslingen, de la que es alcalde el filósofo Markus Raab, organizador de la presente reunión junto con Armando Colina y Dietmar Koch, quien vio algunas conexiones con Heidegger en la obra del suizo, aunque éste nunca había leído al autor de Ser y tiempo.

Al iniciar la lectura de algunos de sus textos, el artista los encontró bastante difícil de entender, ya que realmente se trata de alta filosofía. Sin embargo, me hallé con muchos elementos que sentí como un eco de lo que hacía, por ejemplo, la doble figura de presencia/ausencia.

Vetter, no obstante, no tenía nada claro al llegar a CaSa. Lo primero que hizo fue encontrar un espacio, incluso, escogió el reducido cuarto donde ejecutó su pieza porque tenía paredes. Considera que uno mayor hubiera sido demasiado grande para los seis días que pasó acá.

Incorporó en ello elementos de otros espacios, como mamparas con restos de pintura, ya que en su trabajo cuestiona mucho el lugar de la pintura. Así que las mamparas le dieron la oportunidad de crear las barreras de situaciones especiales.

Limitarse al uso del blanco y negro obedece a una decisión que tomó hace poco más de cuatro años: “Hace una década trabajaba con muchos colores y figura de modo realista. Me apoyaba en la fotografía; sin embargo, cada vez me sentía más y más incómodo; de hecho, caí en una especie de crisis. Sabía que tenía que cambiar algo. Por suerte, en ese momento tuve la oportunidad de realizar una residencia en China durante seis meses.

Desde el primer día decidí dejar atrás los colores y reducir mi paleta al blanco y el negro. A partir de ese momento casi no pintaba de manera figurativa. La decisión tiene algo que ver con que para mí los colores establecen la expresión a la manera de una atmósfera, incluso, tal vez un momento romántico, mientras yo sólo quería aclarar lo que puede ser la pintura. Así que traté de dejar de lado todo lo que no me era esencial, como el color.

Vetter también emplea letras y palabras en su obra. Aunque no le gusta hacer divisiones, ve las palabras más del lado de los dibujos y lo otro más de lado de la pintura.

Las palabras tienen algo que ver con mi creencia de que la pintura es un lenguaje. La filosofía en general se basa en la creencia de que todo lo humano está basado en el lenguaje. Como pintor estoy de acuerdo, pero hay que ver de qué manera es lenguaje. Claro, no quiero decir que la pintura es lenguaje de modo literal; así que cuando empiezo a dibujar letras y palabras tal vez te lleve por un camino equivocado. Lo que trato de decir es que incluso lo literal acabará en un lenguaje no literal cuando hago con ello un dibujo.

El destino de la obra realizada para CaSa es efímero. Me llevaré los dibujos, pero las mamparas se quedarán porque son de aquí. No debe ser vista como una obra terminada, sino como propuesta, un esbozo del trabajo en sí, acota Vetter.