Nunca en sus 13 años de carrera Christian Giménez había parado durante 100 días. Se refirió a su casi hermano Jesús Corona y definió la suspensión que ambos compartieron: Los dos estuvimos en prisión, pero ahora tenemos muchas ganas de que llegue el momento de regresar a la cancha.

Por eso, al Chaco ahora se le ve muy entusiasmado –ansioso, define– por regresar a la cancha este domingo ante Pumas en Ciudad Universitaria.

Por golpear a un aficionado que invadió la cancha del estadio Morelos, en la liguilla del torneo anterior fue suspendido seis partidos y reaparecerá este fin de semana con la certeza de que está en deuda con Cruz Azul.

Estaba más ansioso la semana pasada, pero ya estoy más tranquilo. Ya quiero dedicarme sólo a jugar porque le debo mucho a esta institución, admite el mediocampista argentino, quien confía en que los tres meses sin actividad no le impidan tener un buen rendimiento en una aduana difícil como el estadio México 68.

Dice que ha entrenado todo este tiempo al ciento por ciento, pero no es lo mismo que jugar, y espero que no me pasen factura los 100 días sin partidos, aunque acepta que le ayudó haber jugado con la Sub-20 el sábado anterior.

Me sirvió porque terminé muerto, pero agarré ritmo, indica, aunque de inmediato aclaró que no tendrá pretextos para dejar de brindar un buen juego ante los auriazules: “He esperado mucho tiempo este partido, me he preparado muchísimo y ojalá vean al mejor Chaco”.

Aceptó que el próximo encuentro es un clásico y dijo sentir mucho respeto por el conjunto de la UNAM: “Tenemos que ir a CU a hacer nuestro juego, a tener la pelota, a hacer un partido con intensidad e inteligencia.

Ellos en su cancha juegan bien y se hacen fuertes, son un equipo dinámico y el calor es intenso. Debemos hacer un encuentro casi perfecto. Si queremos ser protagonistas hay que ganar este tipo de partidos.