Sociedad y Justicia
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Evalúan con la FAO las políticas forestales
 
Periódico La Jornada
Viernes 5 de agosto de 2011, p. 41

El incremento de los precios de los alimentos ha provocado la promoción de incentivos para la agricultura, lo cual dificulta la situación de los bosques debido a que la frontera agrícola y pecuaria fomentan la deforestación, explicó Eva Mueller, directora del Servicio de Políticas Forestales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

Es entendible que la prioridad de los países sea alimentar a la población pero se debe mantener un equilibrio, dijo en entrevista previa a su participación en el seminario sobre Evaluación de Políticas Públicas Forestales, organizado por la Comisión Nacional Forestal (Conafor), cuyo titular José Manuel Torres Rojo explicó que hasta 45 por ciento del área deforestada –cuyo índice anual en el país asciende a 155 mil hectáreas– se debe a la ampliación de la frontera agropecuaria.El cambio a pastizales en zonas tropicales es donde se da el mayor impacto, apuntó, seguido del desarrollo urbano y turístico.

Respecto de las recomendaciones en cuanto a políticas forestales, la funcionaria de la FAO reconoció el pago por servicios ambientales que se aplica en México y que serviría de ejemplo a otros países.

Coincidió Carlos Muñoz Piña, director general de Investigación en Política y Economía Ambiental del Instituto Nacional de Ecología (INE): México ya es un modelo para varios países, como Ecuador y Perú, que están por activar sus propios programas, dijo.

El programa, a cargo de la Conafor, consiste en otorgar recursos económicos a los pobladores de las zonas forestales para que los conserven y eviten la deforestación y degradación de los suelos. Los beneficiarios reciben un apoyo por cada hectárea conservada durante cinco años durante los cuales hay una evaluación constante para verificar que se protegen los bosques y selvas bajo este régimen, que cubre una superficie de 2.1 millones de hectáreas en el país.

El investigador destacó que es fundamental atender los bosques que tienen mayor presión económica a ser deforestados, como son los cercanos a las carreteras, aquellos propiedad de la gente más pobre o los que están en zonas planas y son susceptibles de convertir en zona ganadera.

Muñoz Piña afirmó que el INE ha realizado mapas, estado por estado, donde se indica cuáles son las regiones donde existe mayor presión económica.