Opinión
Ver día anteriorDomingo 24 de julio de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Placer vacacional
E

sta temporada de vacaciones escolares es un buen momento para visitar museos. Uno de los más interesantes y divertidos para llevar niños y adolescentes es el Museo Interactivo de Economía (MIDE), que ocupa uno de los edificios barrocos más bellos del país.

Ubicado en la calle de Tacuba 17, esquina Bolívar, se construyó a mediados del siglo XVII para que fuese la sede del convento-hospital de la orden de los religiosos betlemitas. Esta institución religiosa nació en Guatemala y llegó a la Nueva España en el siglo XVII, estableciéndose en el solar en donde estuvieron las casas del mayorazgo de Vergara.

Cuando iba a ser inaugurado, hace alrededor de un lustro, comentamos la notable labor de restauración que llevó a cabo el Banco Nacional de México a lo largo de 17 años, en el enorme edificio que construyó en el siglo XVIII el destacado arquitecto Lorenzo Rodríguez, autor del Sagrario de la Catedral.

Como la mayoría de las construcciones religiosas virreinales al ser desamortizadas, padeció usos diversos, hasta terminar una parte convertida en un hotelucho y la otra en deteriorada vecindad. El trabajo de restauración fue arduo, comenzando por despojarlo de todos los agregados que se habían hecho a lo largo de décadas y devolviendole el nivel original, lo que permite apreciar las proporciones, que son imponentes.

El paciente trabajo fue sacando a la luz una obra exquisita, decorada con pinturas de fino trazo al temple, un patio monumental rodeado de esbeltas columnas de doble altura, que sostienen arcos decorados con elegancia en la piedra clave. En el centro del patio ya luce la fuente que estaba enterrada y se rescató el hermoso guardapolvo de azulejos en tonos de azul, que imprime alegría. El segundo patio no desmerece en exquisitez, con los muros decorados con adornos estilo morisco, en dos tonos de tezontle, injertado a manera de marquetería que lo convierten en una obra de excepción.

Con enorme satisfacción acabamos de comprobar que todo el sofisticado sistema interactivo de exposición, que permite a los visitantes llevar a cabo actividades que les explican con amenidad los fenómenos económicos, continúan funcionando a la perfección. Lo mencionamos porque hemos visto que en raras ocasiones sirven este tipo de instalaciones en buena parte de los museos que cuentan con ellas.

El MIDE es el primer museo del mundo dedicado a la economía. Las instalaciones cuentan con lo más avanzado de la informática, el diseño gráfico y la animación, para ofrecer información sobre temas económicos de manera sencilla.

Ofrece pantallas que brindan, a petición del usuario, información amena, con maquetas, imágenes y aparatos que permiten, entre otras cosas, que usted diseñe su propio billete, que puede llevar su foto. Original y divertido es el salón donde se hace una simulación del mercado en que se fijan precios. La tan comentada inflación la puede entender en una enorme pantalla que auténticamente apantalla, ya que muestra cómo se saca el índice inflacionario mediante el seguimiento de 17 mil productos.

Los religiosos tenían, con buen ojo comercial, accesorias de taza y plato, que daban a la calle y las rentaban a artesanos y comerciantes. Recibían ese nombre porque en la planta baja tenían el negocio y vivían en el tapanco. En algunas de ellas se han reproducido fielmente estos lugares. Hay una tienda de artículos de caballero, que efectivamente existió. La de junto, muestra un estudio fotográfico en donde es fácil imaginar posando a la bisabuela, con vestido largo y chongo a la francesa.

Sin duda una de las razones por las que el museo se mantiene con esa calidad óptima es porque continúa al frente la talentosa Silvia Singer, quien diseñó con un brillante equipo el novedoso proyecto.

No se pierda una visita a la tienda y para el tentempié de rigor, ahí mismo, el Club de Banqueros, atiende un simpático bistrot. Por las vacaciones, en el patio hay una barra de ricas ensaladas. Coma ligero y admire el edificio.