Opinión
Ver día anteriorSábado 23 de julio de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Apuntes Postsoviéticos

Posición dual

U

crania –por razones de historia, composición étnica, religión y su ubicación geopolítica– es un país que, para evitar una ruptura territorial y seguir existiendo como un solo Estado, necesita poner un pie en Rusia y otro en Occidente, sin alinearse con nadie.

Gobierne quien gobierne, un político calificado de pro ruso, como el actual presidente, Viktor Yanukovich, o de pro occidental, como el anterior, Viktor Yushenko, debe tener como prioridad mantener el frágil equilibrio entre el oeste y el este del país, tan diferentes pero condenados a compartir un mismo espacio.

No hay otra forma de evitar que los múltiples desencuentros entre las dos Ucranias, la occidental que tiende a Europa y la oriental identificada con Rusia, acaben en guerra civil y en secesión.

Desde un punto de vista formal, el Parlamento aprobó una ley que proclama la neutralidad de Ucrania. En la práctica, existe margen para jalar la manta hacia un lado o el otro, según convenga al Ejecutivo, que trata de sacar provecho tanto de Rusia como de Occidente (Estados Unidos y la Unión Europea, sin faltar la OTAN) sin comprometerse con ninguno.

Al comenzar su gestión, a cambio de gas natural ruso barato, Yanukovich ofreció garantías a la flota rusa del Mar Negro de permanencia en su base de Sevastópol hasta 2042. El Kremlin lo celebró como un golpe demoledor a las aspiraciones del anterior gobierno ucraniano de ingresar a la OTAN, por cuanto la alianza no admite países con bases militares extranjeras en su territorio.

Unos meses después, Yanukovich –que como líder de la oposición rechazaba cualquier tipo de contactos con la OTAN– mantiene con esa organización una relación más estrecha que el pro occidental Yushenko. Sólo para este año, el programa de cooperación de la comisión OTAN-Ucrania consta de 64 actividades.

A puerta cerrada, representantes de Ucrania y la alianza discuten cuestiones muy delicadas para Moscú: la seguridad en el Mar Negro, la base militar rusa en Sevastópol, el arreglo del conflicto de Transdniéster, la seguridad económica y energética de Ucrania y hasta la reforma de su espionaje.

El acercamiento con la OTAN se dio después de fuertes presiones económicas de Moscú sobre Kiev. Es previsible que, cuando Ucrania obtenga mejores condiciones de Rusia, aumente la retórica pro rusa de Yanukovich.