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A finales de año el tricolor no tendrá adeudos, asegura su secretario de finanzas

El PRI hace su guardadito para 2012 y recuperar las entidades que no gobierna

Los gobiernos federal y del DF se van a quedar con las ganas de embargarnos edificios

 
Periódico La Jornada
Lunes 11 de julio de 2011, p. 9

Tras varios años de arrastrar una deuda que llevó al PRI a hipotecar bienes inmuebles, contratar créditos bancarios, posponer pagos a proveedores y enfrentar conflictos laborales, para el 31 de diciembre “no habrá un solo pasivo, más que el gasto corriente del día, y para 2012 el tricolor va a ser financieramente invulnerable”, aseguró el secretario de finanzas del partido, Jorge Estefan Chidiac, quien destacó que todo el ahorro se destinará a la elección presidencial y al apoyo de los 13 comités estatales en los que no son gobierno.

A nadie le hubiera gustado tanto como al gobierno del presidente Felipe Calderón o al del Distrito Federal, venir a embargarnos edificios en plena campaña, pero se van a tener que quedar con las ganas, sostuvo el titular del área, quien adelantó que en el consejo político del próximo 25 de julio se darán a conocer los lineamientos de austeridad y eficiencia presupuestal.

Por instrucciones del dirigente nacional, Humberto Moreira, en estos cuatro meses hemos evitado el remate de los edificios del PRI del Distrito Federal y del Instituto de Capacitación Política (Icadep); pagamos todos los créditos bancarios; nos pusimos al corriente en los pagos al Instituto Mexicano del Seguro Social; cubrimos la totalidad de las deudas de predial y agua de todos los edificios del partido, incluido el del sector popular; pagamos a proveedores, así como 50 por ciento de los laudos laborales, y estamos en negociación con la otra mitad. Nos queda una deuda de 200 millones de pesos, que estamos negociando con el Instituto Federal Electoral (IFE) para saldarla y borrarla de los estados financieros, explicó en entrevista Estefan Chidiac.

Subrayó que en este proceso de restructuración financiera no se redujeron los salarios ni se recurrió al despido del personal que, por lo demás, explica, tienen un sueldo bajo –él mismo cobra al mes 25 mil pesos netos–, ya que en su mayoría prestan sus servicios como una voluntaria aportación al partido.

La bonanza del tricolor dio inicio tras las elecciones de 2009 que, por el número de votos alcanzado, les permitió un financiamiento público de alrededor de mil millones de pesos que les aporta el IFE, a lo que se suman los 12 millones que ingresan por pago de cuotas simbólicas de los militantes. Estas cantidades contrastan con aquellas de los momentos más críticos del PRI, derivados de la primera derrota en las elecciones presidenciales y de la sanción que les impuso el IFE como consecuencia del llamado Pemexgate, cuando en 2001 se descubrió que se desviaron fondos del sindicato de Petróleos Mexicanos, entre otros, a la campaña presidencial de Francisco Labastida, lo que motivó la contratación de fuertes deudas bancarias para enfrentar, incluso, el pago de salarios.

Los adeudos, puntualizó Estefan Chidiac, no son resultado de un mal manejo de otras administraciones. En los cuatro meses que van de la presente, las instrucciones del dirigente nacional son las de contener el gasto, por lo que no se han adquirido vehículos y sólo se remodelaron algunos espacios. A la oficina del presidente Moreira no se le han cambiado ni las plumas; tiene una mesa toda chueca, pero no es a eso a lo que venimos; estamos para servir, no para servirnos, y con la idea clara de que todo el dinero que reciba el PRI se utilice estrictamente en lo indispensable para que el partido funcione bien, y ahorrar para la campaña de 2012 y para recuperar los 13 estados que no gobernamos.